La transformación de un gobernante

20 Mar

Por: Lcda. Claribel Martínez Marmolejos
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Cuando un candidato se convierte en gobernante se da una transformación muy peculiar y que no tiene por qué ocurrir. Unos le llaman el “Establishment”, que se refiere a un grupo visiblemente dominante que mantiene el poder en una nación u organización. Aunque son estructuras élites muy estrechas y cerradas, usualmente en la aplicación funcionan informalmente.

Esto sucede en todas partes del mundo, por lo que Puerto Rico no es una excepción. Quiero aclarar que no hablo del personal de confianza de los gobernantes o personas que ostentan poder.

En nuestro caso tenemos: gobernador, alcaldes, presidente del Tribunal Supremo, Cámara y Senado. El ejecutivo y legislativo es electo por el pueblo en voto directo, y el judicial es nombrado por el ejecutivo y confirmado por el legislativo.

Digo que en la transformación no tiene por qué entrar la figura del “Establishment”, porque eso lo permiten los gobernantes o las personas que advienen al poder; a ese grupo yo le llamo “el anillo”. Si usted nota alrededor del gobernante se forma esta red que separa al gobernante de su pueblo, no le  permite zafarse para hablar con la misma fluidez y la misma confianza con las personas que conoció en su largo caminar, los de las comunidades cuando tocó puertas.

El “anillo” cerca al gobernante, lo agobia, lo ahorca, lo hostiga, le hace la vida difícil para poder mantenerse gobernando detrás del ser humano que el pueblo le dio su confianza a través del voto.

Como ven, cuando esto ocurre –que es casi siempre– los gobernantes duran muy poco tiempo en el poder, ya que están sujetos a los vaivenes y manipulaciones de ese “anillo” por sus propios intereses. Por eso, el gobernante nombra secretarios y directores en las diferentes agencias que en ocasiones, el pueblo no comprende ni entiende.

¡Ah! ¿que de vez en cuando surge un nombramiento desde la entraña de ese pueblo que acabo de describir? Cierto. En la mayoría de los casos son personas que usted no conoce o personas recomendadas por el “anillo”. Este “anillo” tiene la habilidad de sacar al gobernante cuando no responde a sus intereses, en ocasiones lo saca haciendo los malabares necesarios como casos de nuestra historia reciente.

Muy al principio vimos nombramientos de las entrañas del pueblo. Cuando el “anillo” vio tanto liberalismo actuó inmediatamente y ahí los tenemos; nombramientos a tutiplén de personas traídas de no sabemos su procedencia y no sabemos hacia dónde se dirigen.

De nuevo, señores que fueron elegidos por un pueblo que estaba hastiado de tanto vejamen, faltas de respeto, decencia, moral y tanto desprecio hacia la madre naturaleza, la pobreza y diferencias de criterio. Un pueblo que a gritos solicitaba respeto a su dignidad como ser humano, a su amor por su país y sus símbolos, a su amor a los haberes obtenidos con tanto sacrificio.

Entiendan que ese pueblo desea, reclama y necesita un gobierno que haga la diferencia y le den un respiro al espíritu del ser puertorriqueño. Con mucho respeto a sus investiduras, estamos a tiempo.