Vicente Toledo Rohena
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RÍO GRANDE – La temporada pasada fue desastrosa. Una marca de 3-18, definitivamente no brinda oportunidades. El dirigente de los Paraos de Río Grande, Carlos Rivera, tomó las riendas de la novena ya tarde en la pasada campaña. Un equipo sumergido en las derrotas y desmoralizado. No tuvo mucho tiempo para añadir ánimo a la franquicia y sencillamente nunca existió la oportunidad de reaccionar.

Esta temporada, Río Grande celebrará sus partidos como locales en el parque del municipio de Juncos, tras la destrucción del estadio Ovidio de Jesús.”

“Naturalmente las expectativas en esta temporada son poder ganar más juegos de los que ganamos el pasado año. Fue un récord de 3 y 18; últimos en la división. A consecuencia de esto pudimos escoger primero en el ‘draft’ de la liga de novatos… de la selección de los jugadores cuando se eliminan equipos y se sortean los peloteros. Esto pues nos brinda un poco más de fruto y de poder construir un equipo más fuerte”, explicó Rivera, que espera una mejoría de la novena.

Esta temporada, Río Grande celebrará sus partidos como locales en el parque del municipio de Juncos, tras la destrucción del estadio Ovidio de Jesús, que sufrió severos daños por el paso del huracán María. Rivera, que la temporada pasada se desempeñó en calidad de dirigente-jugador, no contempla esta temporada jugar, sino, permanecer solo como dirigente de los Paraos (antes Guerrilleros).

Entre los nombres de los jugadores y nuevos figuras en Río Grande para la actual temporada se encuentra: Kelvin Rivas; y los lanzadores Orlando Díaz y Osteen Figueroa (lanzador derecho). En el ‘draft’ adquirieron a los jardineros Luis Fonseca y O’Brian Reyes; Gerard Ceballos (receptor); Gabriel Cotto, Frankie Nieves (primera base), Gabby Robles, primera selección del ‘draft’ y para el dirigente de Río Grande, el mejor campocorto de liga.

El equipo este año tiene en su plantilla al jardinero Jorge Padilla, experimentado jugador con trasfondo fenomenal en la pelota profesional, que le brinda profundidad en el bateo y en la defensiva.

Las expectativas de Rivera son buenas. En los primeros cuatro juegos de práctica el equipo marcó 28 carreras y los lanzadores apenas permitieron ocho anotaciones, lo que causó grandes expectativas y esperanzas a que la novena pueda batear con mayor contundencia; y a la misma vez, que los lanzadores puedan aguantar los bates y ofensiva de los demás equipos.

“Creo que tenemos un equipo que podrá hacer carreras. Necesitamos que los lanzadores puedan apretar sus brazos y detener el bateo de los equipos”, dijo el dirigente.

A pesar que reiteró que no jugará y se limitará a la dirección de la novena, el exjugador de Grandes Ligas no descartó del todo la posibilidad que más entrado el torneo, pudiera unirse al equipo como jugador, de ser necesario y su condición física lo permite.

Los Paraos de Río Grande y los Mulos de Juncos dividieron honores el pasado domingo, en la primera tanda gigantesca del Béisbol Superior Doble A. Los Mulos dominaron a primera hora 3-1 a Río Grande en triunfo del zurdo Luis Cintrón. En la tarde, los riograndeños se revelaron y ganaron 5-4 gracias a sencillo de Jorge Padilla en la séptima entrada.