“Por los pasados años, he tenido el gran honor de visitarte personalmente y escuchar, con mucha atención y respeto, tus preocupaciones y situaciones más apremiantes.

Me crié en el barrio Buena Vista, en el municipio de Carolina, donde muy bien pude palpar las grandes necesidades de mi amada gente, que ha luchado siempre, contra viento y marea, para salir hacia adelante.

He suspirado y llorado profundamente contigo, pues, al igual que tú, he visto cómo nuestro amado Puerto Rico y Distrito de Carolina, compuesto por los municipios de Trujillo Alto, Carolina, Canóvanas, Loíza, Río Grande, Luquillo, Fajardo, Ceiba, Vieques y Culebra, han ido protagonizando uno de los capítulos más retantes e importantes de su historia.

Pero, lo anterior, lo que ha provocado en mí, luego de un profundo examen y análisis objetivo, es que haya tomado una de las determinaciones más trascendentales de mi vida como persona y servidora pública: presentarme, ante ti, este martes, 3 de noviembre, como tu nueva Senadora de todo el Distrito de Carolina, bajo la insignia del Partido Nuevo Progresista (PNP). Lista para trabajar como nadie lo ha hecho nunca antes por ti y los tuyos. Pues, para mí, los 10 municipios tienen la misma importancia, ya que no los mido por colores políticos.

A mis queridos hermanos de Vieques y Culebra, quiero que sepan que en el Senado contarán con una mano amiga y unos oídos sintonizados con los latidos de su corazón. Sus preocupaciones, son las mías.

Lo más fácil, para mí, hubiese sido quedarme sentada en mi hogar viendo todo el panorama como espectadora, permitiendo que otros tomaran decisiones desacertadas y se olvidaran de las necesidades de sus constituyentes hasta cerca del proceso electoral. Sin embargo, no hubiera estado tranquila con mi conciencia y hubiese sentido que le habría fallado a mi amada familia y al Distrito de Carolina.

Con ello en mente, y teniendo como punto de referencia el terrible ‘huracán María’, opté por correr, en estas elecciones, con más entusiasmo y portando como única bandera la convicción de que un mejor Distrito de Carolina SÍ es posible, y esto más allá de colores políticos. Porque, al fin y al cabo, todos somos hermanos.

Que no te quepa la más mínima duda de que te serviré, como Senadora de Distrito, por igual a cada uno de los queridos y respetados constituyentes de todo nuestro amado Distrito de Carolina. Pues, trabajaré para ellos como lo he hecho hasta el día de hoy, sin distinción de persona.

Porque, al igual que tú, sé muy bien lo que es venir de abajo, pasar necesidades y estirar el pesito lo más que se pueda. Aunque, asimismo, mi FE siempre es la que me ha mantenido de pie y mi ciega creencia de que un mejor Distrito de Carolina SÍ es posible.

Es por esta razón que estoy aquí pidiéndote un voto de confianza, este martes, 3 de noviembre, el día más importante en la historia de nuestro amado Distrito de Carolina. Te aseguro que no te defraudaré, ya que tengo muy bien puestos los oídos en el corazón y necesidades de mis amados constituyentes del Distrito de Carolina.

Este martes, junto a ti, como ya Senadora del Distrito de Carolina electa, estaré dándole vida a un nuevo Distrito de Carolina, de la mano de todos los alcaldes y legisladores que cuenten con el favor del electorado, sin distinción alguna. Y, por supuesto, contando sobre todo, con la dirección y bendición de Dios.

Cuatro de mis banderas más importantes serán el desarrollo de la base de Roosevelt Roads, en Ceiba, y el tema de la erosión costera, ya que el área Este es la que recibe el mayor azote de los huracanes en Puerto Rico. Asimismo, daré vida a talleres para prevención y de violencia doméstica y deserción escolar, desde los grados primarios. Y, trabajaré con un compromiso inquebrantable, como nadie, a favor de los adultos mayores, las organizaciones sin fines de lucro y bases de Fe.

De otra parte, también lucharé, con todas las fuerzas, a favor de la Estadidad para Puerto Rico, porque deseo que nuestros queridos hermanos puertorriqueños regresen a casa. Pues, desafortunadamente, el actual estatus del País es el causante de que muchas familias se dividan, incluyendo la mía.

Un nuevo Distrito de Carolina SÍ es posible… con mi esfuerzo y compromiso, con tu ayuda y, sobre todas las cosas, contando con la bendición de Dios.

¡Recibe mi abrazo de esperanza! Y, agradecimiento… ¡Mi Distrito es mi prioridad!

Tu ya segura Senadora del Distrito de Carolina”.

 

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