Opinión: Reflexiones sobre un viernes “negro”

12/04/2013

Por: Luis A. Pagán Reyes, MA * / Para Presencia
Experto en Seguridad
luis.pagan@pr.g4s.com
787-961-2044

Es innegable que Puerto Rico atraviesa por una de sus peores épocas de dificultad económica. Nuevas modalidades de delito nunca antes vistas, junto a un despliegue de promoción alentando al consumismo, son la orden del día. Mi experiencia con el viernes negro o Black Friday de este año rompió con los esquemas de lo que había visto en años anteriores.

(Foto/Suministrada)
(Foto/Suministrada)

Aun con todas las advertencias del gobierno en relación a la seguridad de los niños, ciertamente no se puede atribuir que haya sido efectivo el llamado. Fueron muchos los que arriesgaron la seguridad de sus hijos en este evento. Es increíble que -según reportó la prensa del país- el Departamento de la Familia solamente haya citado dos personas por esta situación.

Observar una gran cantidad de jóvenes sin ningún tipo de consideración con ancianos o niños es un síntoma de cuán degenerada está nuestra sociedad. El despliegue de agresividad y violencia de las personas es un reflejo claro de que en Puerto Rico –aunque se informa la disminución de delitos- es innegable que el aumento en la violencia es mucho mayor que en años anteriores.

La prevención es un asunto que requiere la mayor atención. Ahora se habla de legislar en relación a este evento. Puerto Rico es uno de los países con más leyes en el mundo. Las leyes se han convertido en un mecanismo de reacción de los políticos de turno y al final del día de nada valen si no se hacen cumplir. Lo mínimo que debería hacer el Estado en relación a este evento es reunir expertos en materias de seguridad, psicología y manejo de emergencias a los efectos de analizar este asunto con seriedad, ante la posibilidad de que en nuestro país ocurra una emergencia nacional en la cual escaseen los alimentos o artículos de primera necesidad. Se deben establecer protocolos claros y probados para mantener el control de la violencia.

Si esto ocurriese ahora mismo, mucha gente estaría en fila para saquear los comercios e inclusive entrar a su residencia a apropiarse de bienes ajenos.

Por más seguridad que se establezca en un establecimiento comercial o en un país, es imposible que haya un policía u oficial de seguridad por cada persona presente.

Cualquier ley que se pretenda implementar va a ser totalmente absurda si no se hace cumplir y más aún si nuestra sociedad no toma un rumbo diferente en asuntos de valores. Tardará muchos años pero hay que comenzar o simplemente nuestro país será controlado por maleantes y psicópatas disfuncionales que operaran con la ley del “Ojo por Ojo”.

Este evento es el mejor ejemplo a aplicar en la teoría de “La Ventana Rota”. Una vez que se empiezan a desobedecer las normas que mantienen el orden en una comunidad, empieza a deteriorarse rápidamente; además las conductas incivilizadas parecen ser contagiosas. Para poder aplicar un plan de seguridad efectivo usando esta teoría como marco de referencia se requiere voluntad, presupuesto significativo para las agencias de servicios sociales y de ley y orden, entre otras cosas. La pregunta es: ¿tiene Puerto Rico esos requisitos, como los tuvo en su momento la ciudad de Nueva York?

•  El autor cuenta con más de 25 años de experiencia en el campo de Seguridad, tanto en el sector privado como en el gubernamental. Es egresado de la Academia Nacional del FBI en Virginia, fue agente especial y subdirector del NIE, Director de Seguridad Departamento de Corrección y Rehabilitación y actualmente es gerente general de G4S Secure Solutions en Puerto Rico.