Reflexión: Cuando tu semilla es buena

16 Jun

Como saben, el huracán María destruyó el templo de nuestra iglesia. Hubo personas que se burlaron y, por momentos, nos cuestionamos para qué hacer lo que hacemos, consideramos no reconstruir. Pero, de nuestro edificio en ruinas salieron sillas que decidimos donar a otras iglesias. Pudimos haberlas vendido, pero sembramos, sabiendo que, si nuestra semilla es buena, nuestra cosecha es segura.

En cuanto tuvimos señal, comenzamos a recibir decenas de mensajes, de todas partes del mundo; hasta de África, del Revdo. Ayo; Argentina, Perú, Guatemala, Brasil, El Salvador; todos diciendo: “Estamos con ustedes”; “Lo que necesiten, hágannos saber”; “¿A qué cuenta de banco enviamos ofrendas?”; “Dígannos qué hacemos, si quieren que vayamos”. Una que nos conmovió, dijo: “Ustedes han sembrado en las naciones, las naciones sembrarán en Puerto Rico, ahora”. Los primeros tres meses después del huracán comenzaron a llegar ofrendas de todas partes del mundo; una cosa impresionante.

Dios tiene ángeles para traerte la cosecha, en medio de tu confusión. Levanta tus manos y comienza a llamar esos ángeles hoy; pídele a Dios. Hay un ángel que le va a hablar a tu hijo, a tu hija, a tu esposo; va a hablar en tu empresa. Dios tiene ángeles a tu favor.

Asegúrate de sembrar buena semilla dondequiera que vayas, en la vida de todo el mundo, en tu familia, en tu hogar, en tu trabajo, en tu empresa; que todo lo que tú hagas, lo hagas con excelencia. No siempre hay justicia en el mundo natural, pero si tu semilla es buena, tu cosecha es segura.

Aprende a vivir por el principio de la semilla; no todo lo que hagas, es una semilla: todo lo que pongas es una semilla. Si siembras, Dios tiene que traer una grande cosecha. No permitas que la confusión te quite la esperanza. Si tu semilla es buena, tu cosecha es segura. El enemigo no puede hacer nada en tu contra, no te puede quitar. Tus hijos no se van a perder, tu empresa, tu vida no se tienen que perder. Si tú has sembrado buena semilla, no debe haber confusión en tu vida. Si tu semilla es buena, tu cosecha es segura. Vuélvete un sembrador en todas partes; siembra tu tiempo, tu amor, tu talento, finanzas.

Todo, con excelencia, es buena semilla.