Reflexión: Un líder que planifica y motiva

09 Aug

Dr. Carlos & Vidalina Echevarría
Sicólogos, pastores y consejeros cristianos

“Porque yo sé los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11).

Dios quiere hacer alianza con su pueblo. El profeta Jeremías vivió en años de suma importancia, pues en ellos ocurrieron muchas cosas como la caída del imperio asirio, el renacer del babilónico y la desaparición definitiva del reino de Judá, con la deportación a Babilonia de las personas que tenían más influencias en el país. Él fue testigo de todo esto y también de los acontecimientos que vivieron los que permanecieron en Palestina. Y así como en aquellos tiempos, nosotros aquí en nuestra isla estamos viviendo tiempos de suma importancia a nivel de pueblo.

Es conocido que tanto el éxito como la derrota no son un espectáculo de un solo hombre. Así como las experiencias positivas o negativas de los líderes de ese pueblo los llevó a la esclavitud, nosotros los que vivimos en esta hermosa tierra y hemos vivido también tiempos difíciles, ahora llegó el momento donde debemos escoger a nuestros candidatos a liderar nuestra patria y tenemos que ser cuidadosos y pedir a Dios por sabiduría para escoger bien. La Biblia está llena de ejemplos de buenos líderes, como Moisés, Josué, David, Salomón, Daniel, Nehemías y otros.

Tenemos que seleccionar nuestro líder. Un líder es una persona que guía a otros hacia una meta en común, crea un ambiente que los lleva a involucrarse en el proceso y seguirlo en el equipo. No es el jefe, es la persona que está comprometida a llevar adelante la misión de gobernar responsablemente. Un líder que sepa planificar, aunque no tenga experiencia como paso con Nehemías que organizó sus proyectos y no se quitó, aunque enfrentó una gran cantidad de obstáculos y conspiraciones. Que atienda los problemas a tiempo porque en su camino aprendió que los problemas que no se tratan a tiempo se empeoran y necesita más valor para enfrentarlos por lo tanto que esté alerta todo el tiempo para no caer en el juego del enemigo. Que reconozca la necesidad de aprender a canalizar sus emociones cuando es atacado, y a confiar en Dios pidiendo en oración dirección antes de tomar cualquier decisión. Así como Nehemías hizo te pedimos que lo hagas tú también.

Ora a Dios pidiéndole dirección al momento de decidir cuál será el líder que escogerás y recuerda si Jehová no guarda la nación, en vano vela la guardia (Salmo 127:1).

¡Que Dios te bendiga rica y abundantemente!