Reflexión: Un nuevo año, un nuevo tiempo

17 Jan

(Foto/Archivo)

Drs. Carlos & Vidalina Echevarría
Psicólogos, pastores & consejeros

Estamos en las primicias de un nuevo año, un nuevo tiempo con 365 días y muchas expectativas positivas.  Reconocemos que tenemos en nosotros un gran potencial dado por Dios para alcanzar cualquier meta  propuesta este año. Podemos salir victoriosos si utilizamos ese potencial que nos ha sido dado por Dios. Leviiticos 19:18 dice que somos la corona de la creación de Dios. Vivamos este año conectados con él y veremos la diferencia en nuestra vida. Todos hemos vivido un caudal de experiencias buenas y otras no tan buenas en el proceso de nuestras vidas. El pasado año fue uno muy difícil para casi todo el mundo, pero esperamos que este sea mejor y que tengamos tiempo para amarnos y cuidarnos y así poder amar a otros (Mateo 22:39). Comencemos  este año 2021 haciendo una seria introspección.   

¿Qué contestarías si alguien te pidiera que te expresaras de ti mismo? Me imagino que le darías tu nombre, dirección, nombre de tus padres, tu cónyuge y hasta donde trabajas quizás. ¿Sabes por qué? Porque muy raras veces se pregunta uno mismo quién uno es, ni cuanto confias en ti mismo, ni cuán capaz eres de poder enfrentar los desafíos que la vida te trae. Salmo 8:38 dice que somos la corona de la creación de Dios.

¿Por qué es necesario que yo conozca quien soy yo? Porque todos cargamos un yo, con sus estilos de vida, tristezas, alegrías, frustraciones, anhelos y necesidades, que influencian todas nuestras relaciones. Cuando puedes definir quién eres y sabes qué cosas te identifican como persona, con detalles y reacciones buenas y malas, puedes entonces entenderte y entender tus actitudes ante la vida y el por que de las mismas. El conocerte y amarte es el primer paso para poder amar a otros y comenzar un cambio positivo, ya que te darás cuenta del gran potencial que tienes y todas las posibilidades de salir adelante ante los retos de la vida, que te traiga este nuevo año que acaba de comenzar.

Para comenzar te sugiero que pidas en oración al Espíritu Santo que te ayude en esta auto evaluación. Pregúntate, ¿quién soy yo?, ¿cuáles son mis metas?, ¿cuáles son mis virtudes y cuáles son mis defectos?, ¿cómo reacciono ante ciertas situaciones que amenazan mi yo?, ¿soy realista ante las metas que me propongo? Evalúate y proponte cambiar. Da gracias a Dios por tus virtudes porque te aseguro que tienes más virtudes que defectos. Deja que Dios dirija tu conciencia. A nivel psicológico, la autopercepción de ti mismo, de tu yo, a nivel espiritual, el recinto sagrado donde escuchamos la voz de Dios. 

¡Qué Dios te bendiga rica y abundantemente este año que acaba de comenzar!