Roberto Clemente por todo lo alto en su natalicio

25 Aug
(Foto/Suministrada)

CAROLINA – El viernes 18 de agosto, el astro boricua del béisbol de las Grandes Ligas, Roberto Clemente Walker, hubiera celebrado su cumpleaños número 83…, pero en su ausencia, la Tierra de Gigantes le rinde merecidos honores.

Este inolvidable Gigante nació el 18 de agosto de 1934 y murió en un trágico accidente aéreo en nuestras costas, el 31 de diciembre de 1972, tras haber alcanzado el máximo escalafón de la fama como deportista en plena juventud, con sólo 38 años de vida extraordinaria.

“Una dolorosa pérdida que aún sentimos viva en nuestro interior, pues Roberto Clemente se coronó de gloria como pelotero de Grandes Ligas y se convirtió en un inolvidable Gigante para su querido pueblo de Carolina y para las nuevas generaciones que han seguido su trayectoria y se han dejado estimular por sus grandes logros en el diamante”, expresó por su parte el alcalde, José Carlos Aponte.

Por eso, en atención a esos logros, en el Anfiteatro Fortunato Vizcarrondo del Archivo Histórico se presentó el libro de Néstor Duprey Salgado, “Clemente: en la víspera de la gloria”.

En sus páginas, el historiador y profesor de ciencias políticas de la Universidad Interamericana Metro analiza los últimos tres años de vida del astro boricua, tiempo en que se encaminaba a ser el primer dirigente negro en la historia de las Grandes Ligas.

Duprey escogió los últimos tres años en la vida del astro boricua porque tras estudiar la vida de su héroe, concluyó que era la etapa que faltaba por contar. Clemente fue el primer latino en conectar 3,000 imparables y ser exaltado al Salón de la Fama del Béisbol.

El libro de Duprey se enfoca en el período en que Clemente terminó de jugar la temporada de 1969 con los Piratas de Pittsburgh, hasta el día de su trágica muerte, en diciembre de 1972. En la campaña de 1969, Clemente obtuvo el noveno de sus 12 Guantes de Oro y fue elegido a su noveno partido del Juego de Estrellas. En 1970-71 Clemente jugó y dirigió a los Senadores de San Juan en la Liga de Béisbol Profesional de Puerto Rico.

En su libro Duprey explora la posibilidad que tuvo Clemente –por su capacidad de liderato y sus buenas relaciones con el equipo de los Piratas–, de convertirse en el primer dirigente negro en las Grandes Ligas. Ese honor, en cambio, le fue reservado tres años después, en 1975, a Frank Robinson, también negro y una de las máximas estrellas de las Grandes Ligas, tras la desaparición física del astro boricua.

Tras la presentación y discusión del libro de Duprey Salgado, la comitiva se trasladó al Cenotafio Roberto Clemente, en el Complejo Deportivo Roberto Clemente, un alto relieve en bronce con 44 figuras que recuerdan la trayectoria de vida del astro carolinense desde su nacimiento hasta su muerte. La obra, del escultor José R. Buscaglia, se develó en 1999 y ha servido de telón de fondo para honrar su memoria.