Un diagnóstico en aumento

30 Mar

Lic. Nellie Torres de Carella
Directora Instituto Fonemi de Puerto Rico

A nivel mundial se ha declarado a abril, sobre todo el día 2, el mes para crear conciencia sobre el autismo, un diagnóstico que ha ido en aumento en las últimas décadas. Se estima que uno de cada 68 niños es autista, cifra se ha mantenido estable desde el 2014, de acuerdo a las estadísticas del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos. A pesar del alto número de niños con tal diagnóstico, aún no se conoce con certeza la causa, por lo cual todavía muchos lo consideran un misterio. Actualmente, continúan reportándose resultados de investigaciones que tratan de explicar la causa del autismo, pero hasta ahora las variables son muchas. 

(Foto/Suministrada)

El autismo es un término usado para denominar un trastorno dentro del espectro del autismo (TEA), caracterizado por problemas con la comunicación social (conversación, contacto visual, comunicación no verbal), dificultades con conductas repetitivas (colocar juguetes en línea), intereses restrictivos, rigidez en cambios de rutina y respuestas inadecuadas ante estímulos sensoriales (taparse los oídos, poca respuesta al dolor). 

¿Cuáles son las posibles razones para la “epidemia” de autismo? 

La contaminación: se ha reportado que hay enfermedades y desórdenes que son ocasionados por la contaminación ambiental y de las aguas.  La ingesta de alimentos genéticamente modificados o con altos niveles tóxicos por uso de herbicidas. 

Las vacunas: la controversia sobre las vacunas continúa con los que las señalan como el detonador de las características de autismo y los que indican que aún no hay evidencia concluyente de que las mismas sean la única causal del autismo. 

La genética: aunque se ha reportado más de un caso con autismo dentro de una familia, la variable genética se explica más como una predisposición con la cual se nace. Esta última variable explica por qué unos niños desarrollan autismo y otros no, a pesar de estar rodeados de las mismas variables ambientales y haber recibido también la inoculación con las vacunas. 

Condiciones biomédicas: alergias a alimentos, como el gluten y la cafeína, y condiciones intestinales se consideran como posibles causales del autismo. 

No obstante, algunos estudiosos del tema argumentan que no hay tal epidemia de autismo porque, aunque los casos con autismo han aumentado, también han aumentado otras enfermedades, como el cáncer o la diabetes, además de que nuevos virus y bacterias han surgido. Asimismo, añaden que hay más conciencia del diagnóstico de autismo, por lo cual casos que hace unos años recibían otros diagnósticos, o no se les diagnosticaba, sobre todo los niños con autismo de alto funcionamiento, actualmente reciben este diagnóstico.

El autismo es tratable, pero la negación o dificultad de aceptación del diagnóstico por parte de los padres puede afectar adversamente a estos niños. La diligencia para procurar un diagnóstico y el tratamiento adecuado debe ser la agenda de los padres, mientras los científicos se encargan de continuar investigando.