UPR establece proyecto para que ningún estudiante se quede sin comer

13 Nov

SAN JUAN – A fines de incrementar los esfuerzos que se realizan actualmente en la institución para brindar mayor seguridad alimentaria a los estudiantes que se encuentran en precariedad económica, el presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), el doctor Jorge Haddock, anunció el miércoles, la implementación de la iniciativa Come UPR.

El presidente explicó que el proyecto, que comenzó como una iniciativa de los estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez, consiste en la entrega de alimentos no perecederos a estudiantes en necesidad, cada dos semanas.

“Este proyecto es un reto que debemos asumir con compromiso para ayudar a los estudiantes en necesidad o que están atravesando limitaciones económicas. Cobra mayor importancia porque es una iniciativa que nace del corazón de nuestros estudiantes y fomenta el valor del amor al prójimo y la solidaridad”, expresó el presidente en comunicación escrita.

Los beneficiados pueden ser referidos por oficinas que brindan servicio directo a la comunidad estudiantil y por el personal docente que conozca de la necesidad de alguno de sus alumnos.

El proyecto se sostiene gracias a la solidaridad de empresas, entidades, estudiantes, asociaciones estudiantiles y ciudadanos privados que proveen alimentos de manera gratuita, e incluso mediante la realización de actividades para recaudar fondos. Gracias a ese apoyo también se confeccionarán almuerzos gratuitos.

“Las redes de apoyo son esenciales para ayudar a nuestros estudiantes y sus familias en su formación. En tiempos de necesidad estamos convocados a movilizarnos como universidad, como pueblo y como individuos ante la responsabilidad social que nos toca a todos, motivados con el propósito de ayudar y alimentar no solo el intelecto y el espíritu, sino la parte humana, física”, destacó Haddock.

Come UPR tiene como guía el  trabajo que ya realiza la asociación estudiantil Come Colegial de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, el cual  alimenta a cientos  de estudiantes, entre ellos algunos que ya son padres, alumnos de Latinoamérica y el Caribe que viven en necesidad, jóvenes que se hospedan en la Sultana del Oeste, e incluso estudiantes  cuyo presupuesto familiar es mínimo y  con la compra que se les otorga, valorada mensualmente en unos 120 dólares, alimentan también a parientes que viven bajo su mismo techo.

La estudiante Joyce López, presidenta de Come Colegial, reconoció lo emocionante que fue para ella y sus compañeros, el que desde la administración central de la UPR se decidiera replicar el proyecto en los demás diez recintos. “Fue muy emocionante que en los 10 recintos hayan apoyado la iniciativa, nos ha tomado por sorpresa, porque pensábamos que no iban a entender lo que estábamos haciendo, pero nos hemos dado cuenta de que estas personas sí ven que en sus recintos hay necesidad y quieren llevar el proyecto, sólo necesitan voluntarios” concluyó la joven.

Lucy Serrano, consejera del capítulo Come Colegial, destacó que el proyecto es importante porque en la universidad se ve una población diversa y el enfoque es que todos al final del día puedan lograr su meta de alcanzar su grado académico. “Desde que iniciamos en el año 2014, hemos ayudado a más de mil estudiantes, que están pasando por diferentes crisis, vienen de hogares disfuncionales, con problemas en el hogar, que no reciben becas, que son padres o madres de hogares y que, con esta aportación, que es bien recibida, se sienten aliviados y pueden lograr su meta, que es alcanzar su grado académico”, afirmó Serrano.

El presidente precisó que la iniciativa opera bajo un modelo de confidencialidad, donde no se divulga el nombre, fotos o videos de los beneficiados y cuya estructura tiene estándares para medir y cuantificar el alcance de las ayudas entregadas a los estudiantes.