Crisis católica en el Este

15 Jun
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En resumen:

Además de las congregaciones tradicionales, ya son varias las denominaciones, sectas e iglesias que se han extendido por el Este, entre ellas:

  • la Iglesia Pastafariana
  • la secta Unity
  • la denominación Universal
  • la Iglesia de la Risa Santa
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Por Jaime Torres Torres
Especial para Presencia

La Iglesia Pastafariana, la de la religión del Monstruo del Espagueti Volador, ya busca adeptos en la región Este del País.

(Fotos por Jaime Torres Torres)
(Fotos por Jaime Torres Torres)

En Luquillo, específicamente en el sector Fortuna, contigua a la capilla católica de la Virgen de la Caridad del Cobre, la secta Unity se estableció y su gancho son las clases de tai-chi que, libre de costo, le ofrecen a sus feligreses.

En Fajardo, donde ubicó el templo de El Cenáculo de la Fe, secta conocida por la doctrina del vaso de agua milagroso, opera ahora la denominación Universal, que los lunes atrae a cientos de personas con sus reuniones de dinero y éxitos.

Por si fuera poco, la Iglesia de la Risa Santa, en que los fieles se lanzan al suelo a reírse a carcajadas, ya incursionó en la zona, atrayendo a decenas de personas.

Esa, a manera de una breve panorámica, es la realidad del sectarismo en Puerto Rico, que conquista fronteras en los pueblos del Este, con una tradición de las congregaciones Mita, Mormones y Testigos de Jehová, entre otras sectas, bastante fuerte.

“La gente tiene necesidad de la Palabra, pero como no están preparados, viene cualquiera y les enseña una cosa nueva, que puede ser ‘la cucaracha voladora’ o ‘el lagartijo invisible’ y se lo creen. Es un problema serio. Hay sectas que siguen llegando, como la de la Risa Santa, que ya está ubicada en Fajardo y utilizan como eslogan “Pare o deje de sufrir”, reveló la reverenda María Sánchez, quien preside la fraternidad de Iglesias Protestantes de Luquillo, que se compone de 64 denominaciones cristianas, incluidas la Discípulos de Cristo, la Bautista y Defensores de la Fe, distribuidas en urbanizaciones, barrios y campos de este municipio, a una distancia relativamente corta.

La pastora Sánchez, quien fue católica, alertó sobre el problema de las sectas, que socava la fe cristiana, incluido el catolicismo.

“Ahora ha surgido un movimiento nuevo dentro de las llamadas iglesias protestantes. Un movimiento de Colombia, que ya llegó a Río Grande y Luquillo, pero que excluye a la mujer del rito y todo lo hace en nombre de Jesús y no del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo”, sostuvo.

Se estremece el catolicismo

La escasez de sacerdotes, según reconoció el Obispo Eusebio Ramos Morales en la carta pastoral “Discípulos Misioneros para la Diócesis de El Yunque”, es una de las razones que ha frenado las iniciativas de evangelización en la región oriental del País.

“La situación se ha agravado con el regreso de algunos sacerdotes a sus diócesis de origen, ya sea porque se les venció el tiempo de servicio o que decidieron por razones personales salir. Esto nos ha obligado a buscar sacerdotes en otros países, afrontando dificultades de emigración, diferencias culturales y diversas visiones pastorales”, explica el Obispo Eusebio en el documento pastoral aludido.

El sacerdote haitiano Leslie Fredo Andre, apodado Padre Fredo, es un buen ejemplo de las palabras del Obispo. Carismático, muy mariano y espiritual, con una unción extraordinaria para la oración, la palabra, la evangelización y la profecía, reencaminó pastoralmente a la Parroquia San José de Luquillo, pero hubo resistencia de algunos fieles y de sectores de la propia jerarquía diocesana, que en la pasada cuaresma desembocaron en su salida, motivada por calumnias hacia su persona.

El feligrés Juan Saniel Saniel, quien se casó sacramentalmente después de ser evangelizado por Padre Fredo, consideró abandonar la iglesia. “El mismo Padre Fredo nos sembró la semilla de seguir buscando a Dios, que es el verdadero camino. Nos reunimos varias parejas para fortalecer el matrimonio. Abandonar la iglesia no fue la solución, aunque en un principio lo consideré cuando él se fue. Me encontré en un momento de mi vida en que iba y el mensaje no me llegaba. Con Padre Fredo sí me sentí más cerca. Y esa fue mi motivación a acercarme más a Dios”.

Sin embargo, el obispo Eusebio Ramos Morales reconoce que las parroquias siguen perdiendo feligreses, lo que atribuye a “la falta de formación” o “porque no encontraron una comunidad participativa, entusiasta y servicial que les acogiera”.

En su investigación, Presencia entrevistó varios católicos muy formados que hoy perseveran complacidos espiritualmente en otras denominaciones. Hubo algunos que se han marchado molestos por el énfasis en el dinero, tanto así que la Iglesia Católica solicita el diezmo dos veces al año. Otros se han sentido incómodos por las intromisiones (reunión con los bonistas, su respaldo a la Junta Federal de Control Fiscal, su llamado a la descolonización del País, etc.) del Arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves en asuntos políticos, ignorando la recomendación del Papa Francisco a los obispos de Puerto Rico de mantenerse al margen de la política.

Fieles que claudicaron

“Yo me fui porque mi esposo asiste a la Iglesia Evangélica Unida de Río Grande Estates. Pero también me sentía incómoda porque en la católica todo se enfoca en el énfasis en el pecado y apenas se preocupan por uno”, dijo la maestra Ideliz Encarnación, exfeligrés de la Parroquia Cristo Rey.

Por su parte, la excatequista católica Vanessa Rosario, quien ahora persevera en la Iglesia Apostólica Renovación de Coco Beach, salió de Cristo Rey por “su rigidez litúrgica”.

“Necesitaba algo más. Necesitaba cultivar una relación más profunda con el Señor y la liturgia no me lo permitía. Pero acá he crecido mucho espiritualmente. Me siento llena. Y he comprendido que Dios busca una iglesia y no una religión”.

También resaltó que en la denominación en que se congrega la mujer tiene una participación más protagónica. “Dios es un Dios familia. Un sacerdote no puede aconsejar sobre el matrimonio porque no lo conoce. La iglesia debería permitir que los sacerdotes se casen. Yo aprendí muchas cosas buenas de la Iglesia Católica, pero se debe atemperar a los tiempos. Cristo viene a buscar una iglesia sin mancha y sin arrugas”.