Esperanzadora juramentación en Loíza

20 Jan

Por Jaime Torres Torres
Especial para Presencia

Loíza – Arriba, en las carpas habilitadas como tarima en la plaza pública Don Ricardo Sanjurjo de Jesús, estaban como invitados de honor los ex gobernadores populares Sila María Calderón y Alejandro García Padilla.

Jaime Torres Torres, periodista. (Foto/Suministrada)

Abajo, centenares de parroquianos evadían los rayos del sol mientras escuchaban a la doctora Julia Nazario Fuentes en su primer discurso como alcaldesa de Loíza, tras juramentar el pasado domingo 15 de enero ante la jueza Aleyda Ramos, del tribunal de Fajardo.

Juró proteger el ELA contra todo enemigo externo o interno, pero pocos advirtieron el anacronismo que ahora resulta más evidente tras la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso Sánchez Valle, que desnudó ante el mundo la realidad colonial de Borinquen y le propinó un golpe mortal al Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

En su ponencia, de casi 30 páginas, según dijo, y que se prolongó durante poco más de una hora, Nazario Fuentes citó a Nelson Mandela, el fenecido expresidente de Sudáfrica y profeta que luchó hasta erradicar el sistema de segregación racial conocido como ‘Apartheid’, en el sentido de que el tiempo es oportuno para “sanar heridas, tender puentes y superar los quiebres que nos dividen”.

La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín, comparte con la ahora alcaldesa de Loíza, Julia Nazario durante su juramentación. (Foto/Suministrada)

Fue un discurso alentador, esperanzador, unificador y, conforme a la pasión con que lo articuló, muy sincero. Nazario Fuentes habló de sus proyecciones con la seguridad, la cultura, la economía y la educación en Loíza.

Su mensaje entrañó el entrelínea de los cuatrienios de marginación y olvido al que fue sometido Loíza por las pasadas administraciones, como articularon en sus oraciones de enfoque ecuménico e interreligioso el sacerdote mexicano Rosendo Herrera, párroco de la Parroquia San Patricio, y el pastor Julio Ortiz Dávila, de la Iglesia Nueva Jerusalén del sector Miñi Miñi en Medianía Alta.
Irónicamente, según comentaron a este reportero algunos parroquianos, la marginación aludida fue acentuada durante las administraciones populares de Sila Calderón y García Padilla, justo en los cuatrienios de los alcaldes novoprogresistas Ferdin Carrasquillo y Eddie Manso, respectivamente.

Al lado de la parroquia San Patricio, en una barra de pueblo, decenas de loiceños se daban la fría y comentaban el mensaje de Julia, que se escuchó bien amplificado en las inmediaciones de la plaza. Entre sorbos de cerveza y palos de ron, a no pocos les costó entender cómo los exgobernadores presentes que, de acuerdo al consenso popular, condenaron a Loíza al olvido, eran los invitados de honor.

Pero así fue el protocolo de la histórica tarde del domingo 15 de enero de 2017, en que Julia Nazario Fuentes juramentó como la primera alcaldesa de Loíza, un ayuntamiento que por más de cuatro décadas se consolidó como un bastión novoprogresista. Y hoy tiene como alcaldesa a una mujer que adviene al poder precisamente gracias a la confianza que centenares de penepés depositaron en su candidatura.

Hubo loiceños que, al conversar con este medio, indicaron que confían en la sensatez de Nazario Fuentes y no consideran que convertirá el ayuntamiento en un refugio de contratos de consultoría para los funcionarios estadolibristas derrotados en las pasadas elecciones.

Todo lo contrario. Más allá de la presencia del ex presidente del Senado, Eduardo Bathia y de alcaldes populares, como Carmen Yulín Cruz, de San Juan, y Jósean Santiago, de Comerío, la alcaldesa Julia Nazario Fuentes celebró la presencia de la gente sencilla de a pie; los loiceños, ancianos, adultos y jóvenes, que la entronizaron con sus votos.

La alcaldesa, saliendo brevemente del discurso redactado con un mes de antelación, reveló que en varias cuentas bancarias del municipio solo hay $3 mil. Pero que su esperanza no la cifra en las finanzas de un pueblo en bancarrota que a duras penas dispone de recursos para pagarle a sus empleados, sino en el capital humano de sus comunidades.

Fue simpática la participación como maestro de ceremonias del actor loiceño, de fama internacional, Modesto Lacén. Y muy esperanzadora la presencia de la senadora electa por el Distrito de Carolina, la loiceña Nayda Venegas Brown, posiblemente la única representación de la nueva administración de Ricardo Rosselló en la ceremonia de juramentación y a quien algunos visualizan como su posible rival en las elecciones de 2020, si entonces perdura algo de Puerto Rico.

Julia y Nayda se saludaron y encomendaron a Dios el proyecto de rescatar a Loíza de la marginación.