Identidad de la empresaria puertorriqueña

09 Mar

Las mujeres pueden y deben desempeñar un papel importante en la reconstrucción de nuestra alicaída economía. Una razón fundamental es su admirable capacidad de equilibrar las rutinarias obligaciones administrativas en sus negocios con los diversos roles domésticos que decide abrazar. Ese equilibrio confirma, de hecho, que las habilidades presupuestarias domésticas de muchas mujeres, son directamente transferibles en el contexto empresarial, y que, en cada mujer, existe una identidad empresarial. 

(Foto/Suministrada)

Ciertamente, la empresaria puertorriqueña tiene la capacidad de equilibrar diferentes tareas y prioridades, y muy singularmente, deriva satisfacción y éxito en y desde la construcción de relaciones con los clientes, colegas, suplidores, y, sobre todo, con sus empleados.

La empresaria puertorriqueña es capaz de tener una visión clara de la empresa que quiere construir para sí y para su comunidad. Tiene un diagnóstico claro de las fortalezas y debilidades de su empresa, conoce perfectamente las oportunidades y amenazas que le presenta el entorno en el que se desenvuelve.

La mujer empresaria es también una ciudadana común, que busca proveerse de una vivienda, de alimentos, de educación y velar por la propia salud y bienestar y la de sus seres queridos, de forma independiente.

(Foto/Suministrada)

Esa identidad empresarial, bien entendida y, sobre todo, incentivada, puede devolverle esperanza de recuperación al país. El crecimiento económico será lento si el motor empresarial funciona solo a la mitad de su potencia. Promover el establecimiento de nuevas empresas a cargo de mujeres emprendedoras debe ser agenda urgente para muchos políticos, investigadores y formadores, así como para las asociaciones y organizaciones que participan en el desarrollo de la mujer.

Precisamente, organizaciones como la Sociedad Empresarial (www.sociedadempresarial.com) proveen herramientas para el empoderamiento, promoción y ‘networking’ de la comunidad local e internacional de mujeres empresarias.

Si las mujeres adquieren los conocimientos y desarrollan las destrezas necesarias para perfeccionar sus habilidades naturales para el emprendimiento, podrán tallarse un nicho estable y seguro para sí mismas y de ese modo, lograrán afectar positivamente la economía de nuestro país.