La soledad de las abuelas

10/08/2014

Centro de Rehabilitacion Intensiva
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Es un hecho innegable que la llamada Edad de Oro, puede convertirse en una etapa muy difícil de asumir para las damas que alcanzan la edad del retiro. El fantasma de la soledad, la depresión, la sensación de abandono y el estancamiento en las memorias del pasado son elementos que tienden a producir deterioro cognitivo en las abuelas.

(Foto/Archivo)
(Foto/Archivo)

Es preocupante encontrar a madre, abuela, hermana mayor o tía pasar la mayor parte del día durmiendo, mirando televisión o simplemente vegetando. Viendo transcurrir la vida sin tener con quien socializar, comunicarse o divertirse. Todo ello, propende al deterioro de las neuronas y por ende a acelerar los procesos de senilidad.

Los familiares y cuidadores no deben descuidarse cuando se presenta este tipo de situación. No tomar acción puede llevar a familiares y cuidadores, tener que lidiar con circunstancias sumamente adversas en futuros cercanos.

Ahora bien existen programas diseñados por profesionales, que se especializan en minimizar los efectos del deterioro cognitivo en damas de la Edad de Oro. Tales programas, concebidos especialmente para este grupo poblacional, permiten proveer, de forma guiada, una variedad de elementos que contribuyan no solo al disfrute de una vida más feliz y llevadera, pero también a minimizar los efectos del deterioro cognitivo.

Dentro de ese tipo de programa, pueden encontrarse elementos tales como gimnasia adecuada para la edad y condición física de las abuelas, a cargo de terapistas físicos; música a cargo de profesionales especializados en musicolingüistica; sesiones del baúl de los recuerdos, combinadas con discusiones sobre temas de actualidad; talleres de dibujo, pintura, escritura creativa, cuento y poesía; manualidades, confección de entremeses y postres; juegos de mesa y charlas motivacionales.

Nuestras abuelas son componentes indispensables dentro del núcleo familiar. Ellas pueden ofrecernos amor, consejo y afianzamiento de nuestras raíces como seres humanos. Debemos esforzarnos para que estén con nosotros física y sicológicamente por mucho tiempo.