Mi Mundillo: Desaprender

02 Jul

Por: Gina Delucca
Escritora Invitada

La busqué en el diccionario y la encontré. Desaprender quiere decir olvidar lo que se había aprendido. La que no encontré fue reinventarse. Es el verbo de moda ahora. Pero no podemos reinventarnos sin antes desaprender. No se trata de desaprender lo que nos beneficia, por supuesto. Como puertorriqueños, como cristianos y como ciudadanos de este planeta, tenemos que desaprender varias cosas que aprendimos sin darnos cuenta, pero que nada bueno nos han traído.

Gastamos más de lo que podemos. Ah, es que ganamos poco. Bueno, pero en algún momento tuvimos más dinero del que debíamos, nos embrollamos y ahí empezó el círculo vicioso. O nos pusimos a comprar cosas que no necesitábamos, sin ahorrar. Es que ahorrar toma tiempo y somos desesperados. Lo quiero todo aquí, ahora, y ya.

El típico boricua se gana unos buenos chavitos y no los mete en ahorros, no. Tampoco en una inversión, para poder retirarse dignamente, eso ni se nos ocurre. Los gasta en un televisor gigante, en un aparato electrónico (juguetes de adulto), en un tatuaje con tres colores o en unas uñas con diez paisajes diferentes…

Pero no es sólo en lo económico que debemos desaprender. El arroz y las habichuelas, así de puertorriqueños como son, no siempre nos hacen bien. El arroz queda brillosito con más manteca o aceite. A las habichuelas se les hecha jamón, aunque no lo necesiten. Frituras por aquí, donas glaseadas por allá. Entonces nos quejamos de que los servicios médicos son deficientes. Bueno, de seguro hay más enfermos de lo que se supone. ¿Por qué? Por el arrocito, el bizcochito, el candungo de mantecado a las once de la noche…

Tenemos también un alto índice de enfermedades mentales y padecimientos emocionales. Siempre estará la opción de buscar ayuda profesional. Pero cuando nos dicen que la cita con el psicólogo o el siquiatra cuesta tal cantidad, pegamos un grito y se queda en hold la salud mental y emocional. (Claro, hay chavos para las uñas, el celular fancy…)

Lactar también conlleva desaprender. Aquí hay leyes que protegen a la lactante, en los hospitales dan clases de parto y de lactancia, hay libros del tema… Pero¿se educan las mujeres? Muchas llegan al hospital a lo loco a gritar en sala de parto. Y como no saben nada de lactancia porque no les interesó el tema, le dan leche artificial a los bebés y pa’fuera. Entonces tenemos nenes sin anticuerpos y madres con depresión posparto severa. Llegue usted a sus propias conclusiones.

Siempre habrá cosas que no podemos controlar, como la mentada crisis económica. Pero mucho de lo que nos pasa también nos lo buscamos nosotros mismos. No anticipamos. No planificamos. No leemos. No asumimos responsabilidad.

Tenemos que desaprender. Tenemos que dar “delete” en nuestras mentes a todo lo que no nos ha hecho bien, no nos hace bien y no nos hará bien. ¿Utopía? No sé. Quizás todas estas crisis tengan algo bueno… Nos obligarán a desaprender.

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