Por: Gina Delucca
Escritora Invitada
Mapamundi. Así le llaman muchos al mapa del mundo, esa imagen colorida que adorna paredes de escuelas y oficinas. Pero ese mapa posiblemente tiene errores. ¿Que qué? Pues sí. Ese mapa seguramente no muestra al sur como es. No honra las dimensiones exactas de cada continente y país.
Y aunque no lo crean, posiblemente ese mapamundi que parece tan moderno está basado en un diseño del siglo dieciséis. El mapa conocido como Mercador, desarrollado para servir como guía marítima, tiene a las dos grandes tierras del sur—África y Suramérica—en tamaños redondeados y reducidos, para darle una cierta proporción visual al mapa. Pero en realidad, la geografía y la cartografía moderna dicen otra cosa.
Empecemos por lo básico. La tierra es esférica y tridimensional, mientras que los mapas son lisos y bidimensionales. Hacer un mapa para una extensión territorial reducida como la de Puerto Rico no presenta retos a la hora de ponerlo en un papel. Sin embargo, el mundo es otra cosa. El gran reto de los cartógrafos ha sido “traducir” visualmente los espacios reales de una esfera a un rectángulo.
Y en esos menesteres, en el 1973 un cartógrafo iconoclasta de origen alemán, el Dr. Arno Peters, sacó a la luz pública un mapa diferente. Este mapa desenmascaraba la falacia del mapamundi estándar, el Mercador.
En éste, los países del hemisferio norte parecían tener más área en millas 2 que los del hemisferio sur; Groenlandia aparecía tan grande como África y China; Europa tenía el tamaño de Suramérica; y hasta lo que entonces era la USSR aparecía tan grande como África. Argumentó que el mapa estándar había sido exitoso y perpetuado porque era útil para la navegación, sin importar que las proporciones fueran incorrectas. Pero Peters fue más allá.
Planteó que consciente o inconscientemente ese mapa daba prominencia a los países dominantes, los países con políticas coloniales a través de la historia, y menoscababa a los demás países, los “de abajo”, los que en esos tiempos no eran jugadores importantes en la escena de la política mundial. Muchos estaban luchando por establecerse como naciones libres y democráticas. Peters probó matemáticamente que en efecto África y América del Sur son más amplios y “largos” hacia el polo sur de lo que los mapas las presentaban. Produjo un mapa extraño, el famoso Peters Projection Map, en la década de los ’70, momento ideal para una discusión de política.
Claro, que la comunidad de cartógrafos reaccionó y vio su talón de Aquiles, que era la falta de precisión y exactitud al producir un mapa liso. Démosle fast-forward al presente. Busque ahora un mapamundi profesional, ya sea el Tobler, el Mollweide, el Eckert, el Goode, o el Kavrayskiy. Mírelo bien. El sur ganó su lugar. Como diría Serrat : “El sur también existe”. El sur está en mi corazón. La justicia y la igualdad se lograrán con amor y también con luchas. Pero un buen mapa siempre ayudará.
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