Por: Verónica Cruz-Pillich / Para Presencia

Al llegar el verano, la agenda diaria cobra una nueva dimensión: ajustamos nuestro atuendo a las altas temperaturas, la compañía de los niños a través del día se hace presente, y la idea de cómo disfrutar en familia irrumpe en nuestra mente.

En Carolina, no tan sólo somos la puerta de entrada a la Isla del Encanto y el puente que se extiende al resto del mundo, sino que representamos una infinidad de posibilidades para un entretenimiento garantizado durante el verano y el resto del año.

La riqueza ecológica de nuestro Pulmón Gigante

A través de sus 46 millas de extensión territorial, en la Tierra de Gigantes se han identificado zonas que constituyen pulmones naturales y que son de vital importancia para salvaguardar el medioambiente isleño.

Entre estas áreas destaca la Primera Reserva Forestal Municipal del Barrio Barrazas, un impresionante escenario de verdor, ubicado dentro de la cuenca hidrográfica del Río Grande de Loíza y con una extensión de 28 cuerdas.

Su entrada principal nos conduce a la Vereda del Lago, un lugar idóneo para el esparcimiento y el contacto con la vida silvestre.

La Vereda Ambiental se caracteriza por sostener un gazebo construido sobre un terreno elevado, ideal para la realización de actividades o como mirador.

Parque Recreativo Maracuto

En la misma Carretera 853 y adyacente a la Quebrada Maracuto, donde aún permanecen varios petroglifos de los Indios Taínos, se levanta el Parque Recreativo Maracuto.

Un área pasiva con diversidad de árboles; una acogedora vereda que permite recorrer todo el parque: cuatro gazebos que se pueden ocupar por un módico costo, una cancha de baloncesto y voleibol, una zona reservada para los más chicos, con columpios, chorreras y domo; una piscina de niños y una de adultos, y una torre de observación directo hacia la Ruta 66 son los complementos ideales que hacen de este parque uno único en Carolina.
Parque Conmemorativo Julia de Burgos

Ya en la Avenida Roberto Clemente, nos topamos con el Parque Conmemorativo Julia de Burgos, Fase II. Se trata de una especie de bosque urbano, con veredas y áreas de descanso.

Más adelante, nos encontramos con la península acuática, un sistema de fuentes y estanques inspirados en la relación entre la poetisa y el Río Grande de Loíza.

Inmediatamente después, y conectada por el mismo sistema de fuentes, una estructura especial guarda celosamente los restos mortales de Julia de Burgos.

Al frente, un espacio escénico al aire libre permite la realización de diferentes actividades, con espacio para 200 personas. Un salón de actividades ideal para talleres, charlas y reuniones; y un anfiteatro bajo techo con una capacidad de 600 personas, camerinos y servicios sanitarios completan la oferta.

Balneario de Carolina

Ostenta con orgullo, y desde hace nueve años de forma ininterrumpida, el distinguido galardón Bandera Azul.

Concesionarios gastronómicos con batidas y jugos de frutas frescas, hasta una tienda de artículos de playa, deportivos y de recordatorios son parte de la jornada de entretenimiento.

Torres de salvavidas, servicios de paramédicos, seguridad marítima y centros de información ambiental y turística completan los ofrecimientos.

Sin duda, todas estas amenidades y alternativas que brinda la Tierra de Gigantes hacen de Carolina una ciudad sin par y una gran alternativa para el verano y el resto del año. ¡Visítanos!