Por: CyberNews

SAN JUAN – El designado director de la Oficina de Asuntos de la Juventud, Gabriel López, durante su vista de confirmación, hizo un llamado a  todos los sectores a unir esfuerzos contra la deserción escolar y la violencia en las escuelas.

López presentó estudios que demuestran el grave problema que representa esta situación en las escuelas públicas del país. Asimismo, hizo un llamado a unir esfuerzos entre el gobierno, las organizaciones no gubernamentales y las comunidades, para combatir el  problema. Las propuestas hechas por López, egresado de la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico, fueron realizadas ante la Comisión de Derechos Civiles, Participación Ciudadana y Economía Social que preside la senadora Rossana López, la cual evalúa su nombramiento como director de OAJ.

“Nosotros los jóvenes estamos sobreviviendo a una sociedad hostil, prejuiciada y de oportunidades limitadas. La criminalidad y la violencia se están convirtiendo en los principales métodos de extinción de nuestra población de jóvenes en Puerto Rico. Dentro del problema de violencia, en nuestras escuelas una gran cantidad de niños y jóvenes están siendo víctimas de acoso, por lo que debemos darle principal atención a esta situación”, explicó López.

El director hizo referencia al estudio ‘Bullying in Puerto Rico: A Descriptive Study’, realizado por la psicóloga clínica Maribel González, en los que los resultados reflejaron que el mayor número de casos ocurre en la escuela elemental.  Sin embargo, los resultados de dicho estudio establecieron que en las escuelas intermedias existe un 13 por ciento de acoso escolar y en el nivel superior un 9 por ciento. Un dato muy significativo de este estudió demostró que los niños que son acosadores aparecen mayormente en octavo y undécimo grado con un 12% y décimo grado con un 11%. Además, es imperativo conocer que el 35% de los estudiantes acosados no reportan los acosos mencionados.

De igual forma, en cuanto al terrible mal social de la deserción escolar, los datos del Consejo de Educación Superior reflejan que desde el 2005 hasta el 2011, 17,574 estudiantes se dieron de baja de escuelas públicas para matricularse en instituciones de educación acelerada. Para los años escolares 2010-2011 y 2011-2012 la tasa oficial de deserción escolar para Puerto Rico fue la siguiente: en el 2010-2011 desertaron un total de 2,029 estudiantes y en el año escolar 2011-2012 desertaron un total de 3,151 estudiantes. Según el Censo de 2010, un 21% de las personas que tienen 18 y 24 años no tienen diploma de escuela superior, comparado con un 14% en los Estados Unidos.  La tasa de personas de ese grupo de edad sin diploma de cuarto año, en Puerto Rico, aumenta a 48.2% en el sector de bajos ingresos.  Es decir, casi la mitad de los estudiantes en hogares bajo el nivel de pobreza, no termina su escuela superior.

López, llamó a todos los sectores a crear alianzas que integren la comunidad de estos jóvenes afectados, ofreciendo oportunidades y actividades que los motiven y apasionen. Enfatizó en la aprobación de una política pública social y educativa que comprometa a los padres, encargados y a los propios estudiantes con la educación.

“Para atacar el problema de raíz, es importante establecer alianzas o acuerdos colaborativos interagenciales entre el Departamento de la Familia, Departamento de Educación, Instituciones Juveniles y Departamento del Trabajo para crear programas y estrategias de vanguardia que promuevan la importancia a los jóvenes de permanecer en la escuela”, dijo.

En  cuanto al acoso escolar “bullying”, se trabajará un protocolo para las escuelas, de cómo atender las situaciones de agresión entre los jóvenes estudiantes. Junto a un programa de prevención, información, y sensibilización sobre el acoso escolar, que incluya una campaña de concientización que fomente una cultura escolar de aceptación, tolerancia y respeto.

“Es por esto, que hoy les digo que al finalizar mi ejecutoria como Director Ejecutivo de la Oficina de Asuntos de la Juventud aspiro a que cada uno de los jóvenes del país, formen parte de una juventud sin miedo. Sin miedo a enfrentar cada reto que nos encontremos en el día a día de nuestras vidas, sin miedo, a convertir esos retos en oportunidades para las próximas generaciones, sin miedo, a ser los protagonistas de nuestra historia, sin miedo, en aspirar a metas que lucirán difíciles de alcanzar pero no imposibles de lograr, sin miedo, a dar el paso al frente y buscar soluciones a los problemas del país, presentando ideas innovadoras”, sentenció.