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Alivia el estrés

Científicos han comprobado que la interacción con animales, especialmente los perros, aumenta los niveles de oxitocina en los seres humanos, lo que ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad. Incluso de solo mirar o acariciar a un canino puede provocar la liberación de la hormona y calmarte.

Minimiza el riesgo de depresión

Las personas con depresión no le dan ánimos de levantarse de la cama, ni de interactuar con personas. Con una mascota en el hogar, las personas adquieren un vínculo y refuerzan la seguridad y confianza en sí mismas.

Te ayuda a mantenerte en contacto

Tener un perro muchas veces te fuerza a salir de tu casa y por ende a caminar, lo cual es bueno para tu salud física y mental. Al pasear a tu mascota no solo tienes contacto con la naturaleza, lejos de los dispositivos móviles, sino que también te fuerza a interactuar con las personas.

Le da significado y propósito a tu vida

Las personas mayores de edad tienden a tener menos responsabilidades, ya que sus hijos son independientes, tampoco tienen que salir a trabajar todos los días y esto puede provocar que se depriman y tengan un estilo de vida sedentario. Sin embargo, añadir una mascota a su rutina los forzará a tener un poco de actividad física, no se sentirán solos y esto posiblemente les dé un nuevo propósito de vida.

Te enseña a vivir en el momento

Una caminata sencilla con tu perro puede cambiar tu vida al ayudarte a ser más consciente y apreciar la alegría del presente.

Aumentan el sentido de la responsabilidad en niños

Cuando tenemos una mascota en el hogar tenemos la responsabilidad de cuidarlo, alimentarlo y disciplinarlo. Para los niños las mascotas pueden significar solo diversión, así que hay que enseñarles y delegarles tareas en los cuidados de la mascota e ir aumentando las responsabilidades de cada niño en el hogar. Además de que aprenden a valorar y a respetar a los animales.