Reflexión: ¡Feliz Navidad!

22 Dec

Dres. Carlos & Vidalina Echevarria
Sicólogos, pastores y consejeros cristianos

Es Navidad y con mucho cariño les enviamos un mensaje de paz, amor y esperanza en estos días donde celebramos en familia el nacimiento de nuestro señor y salvador Jesucristo.

Observando las tarjetas de felicitaciones de Navidad para enviar a nuestros amigos en los Estados Unidos llamó mucho nuestra atención una que tengo en mis manos al escribir este mensaje que dice: “Que tu Navidad sea como nuestros Reyes”. Inmediatamente, nuestra mente volvió a los años de nuestra infancia y de los gratos y felices recuerdos de ese tiempo de Navidad que vivimos en familia. Muchos recordamos con ternura y cariño esos días, pero no es así para otros que tienen recuerdos de dolor, tristeza y frustración al no recibir su anhelado regalo de Reyes o por la carencia de amor familiar.

Como sicólogos y consejeros son muchas las experiencias de dolor, soledad y abandono que escuchamos de personas en esta época. Por experiencia podemos decir que es una de las fechas donde más personas caen presas de la depresión por haber vivido muchas pérdidas y cargan mucho dolor en el baúl de sus recuerdos. En nuestros seminarios y retiros a veces en nuestros talleres al preguntar qué recuerdos guardan de su niñez, personas de todas las edades lloran al recordar que fue muy triste porque los reyes no les traían nada, o porque no conocieron a su padre o madre, los crio un familiar o porque después del divorcio de sus padres se olvidaron de él o de ella. También, dolor por las mentiras y el engaño del padre o madre que les prometió buscarlos y les dejó preparados con la maletita y no vinieron por el o ella. Que mucho dolor que muchos recuerdos se experimentan en esta época navideña.

Navidad es época de alegría y felicidad y, para muchos, de dolor y soledad. Es momento de detenernos a evaluar nuestra vida pasada y al ver en que nos han fallado esas personas significativas en la vida nuestra como lo son los padres y tocar ese dolor y decidir perdonarlos porque perdonar es una decisión. Tal vez no fueron amados y eso fue lo que aprendieron en su vida y no saben dar lo que no tienen para dar. Perdonar trae libertad al que perdona. Perdonar no siempre significa que hay que buscar a la persona y reanudar la relación. Perdonar es dejar ir el dolor que te abate y te roba la paz. No guardes resentimiento contra nadie se libre y vive la paz que trajo el niño de Belén. Que en esta navidad puedas decir noche de paz, noche de amor. Recuerda la oración del Padre Nuestro que dice “perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Tal vez el perdón sea para otorgártelo a ti mismo porque te sientes culpable tal vez de un divorcio o algo de lo aquí mencionado.

Evalúa en esta Navidad en dónde estás en tu vida y si hay algo que necesites arreglar sea como hijo o como padre o madre, con tus padres, hijos, hermanos y otras relaciones arregla tus relaciones en esta Navidad. Cristo es la Navidad. Que su Presencia transforme en tu vida lo que necesite ser cambiado. Felicidades en esta Navidad. ¡Dios te bendiga rica y abundantemente!