Por: Redacción Presencia

WASHINGTON, DC – El Centro para Tratamiento de Abuso de Sustancias federal asignó un total de $520,000 para el Proyecto Mujer de la Clínica Comunitaria de Comportamiento (BCCC, en inglés) de la Universidad Central del Caribe en Puerto Rico, el cual busca proveer servicios a mujeres con problemas de abuso de sustancias que necesitan servicios de cuidado de salud para mejorar su calidad de vida, anunció el martes, el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi.

“Estas mujeres necesitan de estos servicios para poder echar hacia delante y contribuir al bien de nuestra sociedad. El programa no solo atiende a las mujeres con problemas de abuso de sustancias, sino también a las que están en alto riesgo de contagiarse con VIH/SIDA o hepatitis. Tenemos que atender a esta población que quiere encaminarse y aprovechar esta oportunidad”, expresó Pierluisi.

Por un período de tres años, Proyecto Mujer proveerá sus servicios a 224 mujeres que residen en los Municipios de San Juan, Bayamón y Cataño. Aproximadamente, 74 usuarias de droga serán atendidas cada año. El programa atederá a mujeres entre las edades de 18 a 64 años, irrespectivo de su estatus civil, su orientación sexual o sus antecedentes penales.

De igual manera, las parejas de estas mujeres que tienen problemas de salud mental y de abuso de sustancias controladas, y además están en riesgo de ser contagiados o ya tienen VIH/SIDA pueden participar. Al mismo tiempo, pueden participar aquellas que den positivo a metabolitos de morfina o cocaína, que tengan marcas recientes de inyecciones, y que no tengan plan médico o que tengan uno limitado.

Por otro lado, la clínica podrá incorporar elementos de los programas Motivational Interviewing, Seeking Safety y RESPECT, como prácticas basadas en evidencia para atender la correlación del uso de sustancias, VIH/SIDA y la violencia contra la mujer.

El Comisionado Residente explicó que para proveer el mejor servicio posible, la clínica busca implementar iniciativas de la Reforma de Salud federal, adoptando el uso de récords electrónicos de salud. Al adoptar estas y otras iniciativas, se mejorarán los tratamientos provistos en la clínica, se reducirá el uso de alcohol, marihuana, cocaína, y otras drogas inyectables, más se atenderá el impacto de la violencia y el trauma en estas mujeres. El programa proveerá acceso a tratamiento para la salud mental y a exámenes de hepatitis B y C, y VIH/SIDA.

Además, la clínica educará a las mujeres ingresadas en el programa sobre como tomar decisiones informadas y seguras sobre sus prácticas sexuales.