¿Cómo la diabetes causa insuficiencia cardíaca?

16 Feb

(Foto/Archivo)

La diabetes tiene una relación estrecha con la insuficiencia cardíaca. Estudios recientes estiman que cerca del 40% de los pacientes con insuficiencia cardíaca son diabéticos. Esto se debe en gran parte a que tener altos de niveles de glucosa en la sangre daña los nervios y vasos sanguíneos.

Incluso las personas diabéticas son más vulnerables a los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares como: fumar, tener presión arterial alta o niveles anormales de colesterol y triglicéridos.

Dos de cada tres personas con diabetes mueren de enfermedades del corazón o derrame cerebral, también llamado enfermedad cardiovascular. Por eso es de suma importancia el mantener controlados los niveles de azúcar en la sangre y más aún en las personas mayores de 60 años.

El cuidado de la diabetes y el seguimiento del tratamiento puede ayudar a reducir estas complicaciones vasculares o del corazón. Estas afecciones suelen empeorar con el tiempo, pero con un diagnóstico y tratamiento temprano puede ayudar a aliviar los síntomas y retrasar o detener su empeoramiento.

Para disminuir riesgos de algún incidente cardíaco debe monitorear su salud realizando pruebas de azúcar, hemoglobina, presión arterial y colesterol. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que cada adulto realice al menos 2 horas y media de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana para También, se recomienda crear hábitos saludables para controlar la diabetes y prevenir enfermedades cardíacas.

Algunas recomendaciones para mantenerse saludable:

  • Practicar actividades físicas
  • Controlar factores de riesgo como: fumar, mantener la hipertensión y el colesterol controlado.
  • Utilizar medicamentos recetados
  • Controlar el peso

Debe consultar con su médico en caso de tener algún síntoma  de la insuficiencia cardíaca como: falta de aliento, tos o sibilancia, piernas, pies y tobillos hinchados, fatiga, mareos desmayos, problemas con la frecuencia o el ritmo de los latidos del corazón y dolor de pecho.