Por: Redacción Presencia
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SAN JUAN- Miembros del Movimiento Solidario Sindical, que agrupa empleados de Pepsi-Cola y Solidaridad de Trabajadores y Trabajadoras de Coca-Cola, reiteraron hoy su oposición al establecimiento de un impuesto a los refrescos y otras bebidas azucaradas por entender que el mismo atenta contra sus empleos y destruye la capacidad de su industria de continuar creciendo y creando nuevos empleos.

Los trabajadores, a su vez, exigieron al gobierno y a la industria de bebidas y alimentos a colaborar y trabajar en conjunto a favor de una mejor educación en salud infantil para los padres y sus hijos.

“No queremos revivir la experiencia del impuesto a los refrescos de 1991 cuando cientos de nuestros compañeros perdieron sus trabajos. Cerró la 7up y cerró la Orange Crush. Esta experiencia no se puede repetir. No podemos permitir más cierres de fábricas y que más trabajadores pierdan el sustento de sus familias”, sostuvo en un comunicado de prensa el portavoz, de Solidaridad de Trabajadores y Trabajadoras de Coca-Cola, Leonardo Delgado Navarro.

“En lugar de imponer impuestos como falsa solución a la obesidad el gobierno debe fortalecer los programas de educación física y salud así como aumentar las horas de actividad física que reciben nuestros niños en las escuelas”, agregó.

Por otro lado, según el líder sindical, José Rodríguez Vélez, dijo que “no existe impuesto que reduzca la obesidad si no proveemos a nuestros niños con las condiciones para crear un balance entre el tiempo que dedican a ver televisión y jugar en la computadora y el tiempo que pasan practicando deportes y haciendo actividad física. Después de todo, nosotros, como padres, tenemos la principal responsabilidad en los alimentos que le ofrecemos a nuestros hijos y cómo dirigimos su tiempo de ocio. Eso no lo determina un impuesto. No nos olvidemos, además, que también somos consumidores y este impuesto encarecería muchos productos impactando aún más nuestros bolsillos”.

Finalmente, los trabajadores hicieron un llamado a las compañías para las cuales trabajan así como a la industria de bebidas y alimentos para que colaboren con el gobierno en programas educativos.

“Estas compañías también tienen una responsabilidad social con este País en el que hacen negocios. Les hacemos un emplazamiento a que coordinen esfuerzos con el gobierno y profesionales de la salud para que unidos provean sus conocimientos para educar a nuestro pueblo sobre estilos de vida saludable, actividad física y nutrición”, finalizó Delgado Navarro.