La importancia de la detección temprana del cáncer cervical

18 Jan
(Foto/Archivo)

El cáncer cervical, también conocido como cáncer de cuello uterino, cáncer de cérvix o cáncer cervicouterino, es un cáncer que se origina en las células del cuello del útero, siendo una de las principales causas de mortalidad entre las mujeres. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de cáncer es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres en todo el mundo y está mayormente relacionado con la infección por el virus del papiloma humano (VPH). Específicamente, según la OMS el 95% de los cánceres de cérvix se deben a una infección persistente por VPH en el cuello del útero (la parte inferior del útero o matriz, que se abre en la vagina, también llamada canal del parto) sin tratar. Entre los factores de riesgo de la progresión del cáncer se encuentran la presencia de otras infecciones de transmisión sexual, la cantidad de partos, un primer embarazo a edad temprana, el uso de anticonceptivos hormonales y el tabaquismo.

La detección temprana del cáncer cervical desempeña un papel crucial en el tratamiento exitoso y la mejora de los resultados de salud. Estudios como el cribado, que implica pruebas como la citología cervical (Papanicolaou) y la prueba de ADN del VPH, permite identificar cambios celulares irregulares antes de que se conviertan en cáncer. El cernimiento permite detectar lesiones precancerosas, lo que posibilita intervenciones preventivas antes de que la enfermedad progrese. Las mujeres que se someten regularmente a pruebas de detección tienen mayores posibilidades de recibir tratamiento temprano y, por lo tanto, experimentan tasas de supervivencia más altas. La OMS indica que el cáncer de cuello uterino puede curarse si se diagnostica en un estadio temprano y se trata con prontitud.

Es importante recalcar que la prevención y la detección temprana pueden marcar la diferencia en la vida de muchas mujeres. Algunas pruebas y métodos para la prevención son:

• Vacunación contra el VPH: La vacunación es una herramienta eficaz para prevenir infecciones por VPH y, por ende, reducir el riesgo de desarrollar cáncer cervical. La administración temprana de la vacuna es clave para maximizar su eficacia. A fecha de 2023, hay seis vacunas contra el VPH disponibles en todo el mundo. Todas ellas protegen contra los tipos 16 y 18 del VPH de alto riesgo, responsables de la mayoría de los cánceres de cuello uterino, y han demostrado ser seguras y eficaces para prevenir la infección por VPH y el cáncer de cuello uterino.

• Citología Cervical (Papanicolaou): Esta prueba examina células del cuello uterino en busca de anomalías. Es una herramienta fundamental en la detección de cambios precancerosos, permitiendo la intervención antes de que evolucionen a cáncer.

• Prueba conjunta de Pap y del VPH: Este examen es una combinación de las dos pruebas para detectar los tipos de VPH de riesgo alto y los cambios en las células del cuello uterino.

Pruebas de ADN del VPH: Identifican la presencia del virus, incluso antes de que se produzcan alteraciones celulares visibles. Estas pruebas son valiosas para el cernimiento y brindan información crucial sobre el riesgo de desarrollar cáncer.

Identifican la presencia del virus, incluso antes de que se produzcan alteraciones celulares visibles. Estas pruebas son valiosas para el cernimiento y brindan información crucial sobre el riesgo de desarrollar cáncer.