La luz de Pobres Ayudando a Pobres

28 Dec

Por Jaime Torres Torres
Especial para Presencia

Luquillo – En El Cemí, residencial público que hace unos años fue escenario de una de las masacres más sangrientas de la región este, ahora se respira paz, pero también se percibe la sombra de la pobreza.

(Foto por Jaime Torres Torres)

Ese es el caso de la familia de Abimael Ramos, quien reside con su esposa Ziana y su hijo Isaías, de 12 años.

Por meses sobrevivieron con una nevera defectuosa que, cuando menos lo esperaban, dejaba de funcionar y les dañaba los alimentos.

Tras sus paredes, se revela la pobreza que entraña la escasez de enseres básicos que garanticen una calidad de vida óptima.

Esta Navidad, sin embargo, recibieron una nevera en muy buenas condiciones, que ahora les permitirá conservar los alimentos.

“Era imposible mantener fresca la comida, pero ahora ya tenemos la nevera. Quiero agradecer al programa que me ayudó. Ahora necesitamos una estufa, un sofá y otras cosas para la casa”, dijo Abimael a Presencia.

Su ayuda fue gestionada por la organización sin fines de lucro Pobres Ayudando Pobres (PAP), que lidera el laico José González.

Entidad ecuménica e interreligiosa que agrupa a creyentes y no creyentes de los dogmas judeocristianos, originada en enero de 2010, tras el terremoto que arrasó Puerto Príncipe, Haití.

“En ese momento, ya estaba para retirarme. Comenzamos a gestionar ayuda para Haití y así comenzó la obra”, dijo don José.

Meses después, cuando entró en vigor la Ley 7, que acarreó el despido de alrededor de 30 mil empleados públicos, González recibió en su hogar a una familia que perdió su casa.

Don José, excandidato a la alcaldía de Luquillo por el Partido Independentista Puertorriqueño en las elecciones de 2012, ofreció la posada que, conforme al relato bíblico del evangelista Lucas, no hallaron José y la Virgen para parir a Jesús.

Los servicios de Pobres Ayudando Pobres abarcan la entrega de enseres, sillas de rueda, andadores y camas de posiciones, transportación de enfermos a citas médicas y labores de limpieza a domicilio.

“Antes éramos tres voluntarios. Ahora solo quedamos Denisse y yo. Mucha gente no persevera en el ministerio porque esto consume mucho tiempo y energía. Los cristianos estamos acostumbrados a hacer unas cositas, rezar rosarios y asistir a reuniones de Juan XXIII o a círculos de oración, pero sin comprometernos. Pobres Ayudando Pobres es día tras día y hora tras hora, a veces hasta la noche”, explicó.

Como es una organización sin fines de lucro, no pocas veces sufragan los gastos de gasolina y la compra de alimentos con sus ahorros o pensiones.

En esta Navidad, le suplican a Dios que les envíe servidores, irrespectivamente de si son católicos o protestantes, dispuestos a unir sus manos en un apostolado de amor.

Para mayor información debe comunicarse al 787-435-7246.
Fotos por Jaime Torres Torres