Más de 30 millones de pacientes con Alzheimer

07 Sep
(Foto/Archivo)


A nivel mundial, las enfermedades neurodegenerativas, que afectan al sistema nervioso y ocasionan el desgaste progresivo de neuronas en áreas concretas del cerebro, van en aumento. La cifra se duplica cada cinco años. Aproximadamente existen más de 100 tipos, entre las que destacan la de Parkinson, de Huntington, demencia senil y esclerosis lateral amiotrófica.

Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), estima más de 30 millones de pacientes en el mundo con Alzheimer, y sostiene que “la cifra se duplica cada cinco años”.

 Se sugiere realizar ejercicios de gimnasia cerebral cómo jugar dominó, ajedrez, armar un rompecabezas, acrósticos, crucigramas, incrementar el hábito de la lectura, terapia ocupacional, hacer ejercicio supervisado por un experto e ingerir alimentos ricos en omega 3, como el pescado.

En el caso de los pacientes con enfermedad de Parkinson, su principal causa es la disminución de dopamina en el cerebro (una especie de neurotransmisor presente en diversas áreas del cerebro, fundamental para la función motora del organismo).

Para quienes padecen esta enfermedad, el IMSS sugiere rutinas de ejercicio de manera regular para disminuir o retrasar esta degeneración; mejorar el equilibrio y fortaleza corporal, disminuir el temblor, la lentitud, la rigidez y la alteración en la postura.

La enfermedad de Huntington es un trastorno que se produce por un defecto genético en el cromosoma número cuatro, y causa alteraciones cognitivas como movimientos involuntarios en manos y cara, además de psiquiátricos como alucinaciones, inquietud, depresión, ansiedad y ataques de pánico.

Dependiendo del ciclo de deterioro de las neuronas y la pérdida de las mismas, hay alteraciones motoras para deglutir, caminar y de postura. Se considera una enfermedad devastadora. La terapia con medicamentos tiene como objetivo intentar detener el proceso neurodegenerativo.

La esclerosis lateral amiotrófica es un padecimiento de tipo neuromuscular que afecta principalmente las neuronas motoras que se encargan de enviar la información a los músculos para su movimiento.

Sus principales manifestaciones son debilidad progresiva generalizada, fatiga, contracciones y tensión en los músculos, así como dificultad para deglutir alimentos. En algunos casos, se presentan cambios en la personalidad.

El especialista comentó que estos padecimientos se han asociado con la deficiencia de vitamina B, ácido fólico, en personas con problemas de hipertensión, diabetes, obesidad y patología del riñón, en mayores de 60 años.

El Seguro Social busca detener el proceso degenerativo a través de una detección temprana, además de mejorar las condiciones en que vive la persona con estas enfermedades, con un apoyo multidisciplinario que involucra las áreas médica, medicina física y rehabilitación, así como terapia ocupacional.

La enfermedad de Alzheimer (EA), también denominada demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA) o el alzhéimer, es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales (tales como las capacidades cognitivas superiores), a medida que mueren las células nerviosas (neuronas) y se atrofian diferentes zonas del cerebro. La enfermedad suele tener una duración media aproximada -después del diagnóstico- de 10 años, ​ aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la enfermedad al momento del diagnóstico.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, es incurable y terminal, y aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad. ​ Aunque también en raros casos puede desarrollarse a partir de los 40 años. Los síntomas de la enfermedad como una entidad nosológica definida fueron identificados por Emil Kraepelin, ​ mientras que la neuropatología característica fue observada por primera vez por Alois Alzheimer en 1906. ​ Así pues, el descubrimiento de la enfermedad fue obra de ambos psiquiatras, que trabajaban en el mismo laboratorio. Sin embargo, dada la gran importancia que Kraepelin daba a encontrar la base neuropatológica de los desórdenes psiquiátricos, decidió nombrar a la enfermedad Alzheimer en honor a su compañero.

(Fuente OMS)