CANÓVANAS – Un niño de dos años murió ahogado en una piscina de una residencia a eso de las 8:00 de la noche del miércoles, en la calle 36 de la urbanización Villas de Loíza en Canóvanas.

Según el reporte de la Policía, se recibió una llamada a través del Sistema de Emergencias 9-1-1 sobre de la situación. Los agentes entrevistaron al padre del niño, el cual alegó que se encontraba en el área de la sala de su residencia con el menor y se quedó dormido. Luego, al despertar, comenzó a buscar al niño y se percató que la puerta corrediza de cristal estaba abierta.

Al asomarse, vio que el menor se encontraba boca arriba flotando en la piscina. Rápidamente, tomó al niño en sus brazos y lo trasportó en su vehículo privado al Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) de Canóvanas donde lo atendió el doctor de turno certificando la ausencia de signos vitales.

Por su parte Glenda Gerena Ríos, administradora de la Administración de Familias y Niños (ADFAN), del Departamento de la Familia informó que “tras recibirse la querella sobre esta desgarradora noticia, la Unidad de Investigaciones Especializada se activó inmediatamente, comenzando así la investigación correspondiente. Preliminarmente, no hemos encontrado que la familia del menor tuviera antecedentes de maltrato en los expedientes del Departamento de la Familia. El dolor que sentimos todos con este tipo de tragedias es indescriptible. Como trabajadora social que he visto el dolor que produce este tipo de pérdidas, pero sobre todo como madre, lo primero que deseo es solidarizarme con los padres y familiares de este menor fallecido, y elevar una plegaria al Todopoderoso para que les ayude a sobrellevar esta irreparable pérdida.”

Finalmente, Gerena Ríos aseguró que los profesionales del trabajo social en la agencia ofrecerán todos los servicios de apoyo necesarios a esta familia, al tiempo que recalcó la importancia de no perder de vista a los menores mientras se disfruta de actividades acuáticas, toda vez que un simple descuido podría culminar en tragedia.