Prioridad la rehabilitación de la PR-3

15 Feb
Johnny Méndez, portavoz en la Cámara de Representantes y Representante del Distrito 36. (Foto/Suministrada)

Por Carlos ‘Johnny’ Méndez

Ninguna jurisdicción puede progresar sin rehabilitar su infraestructura esencial  constantemente y Puerto Rico no es la excepción. Por un tiempo nuestra red de carreteras y puentes estuvo desatendida, por diversas razones, ahora las condiciones están aptas para iniciar este proceso.

Tener una carretera en estado adecuado facilita la transportación, baja los costos de mover bienes como es el caso de alimentos, debido a que es más fácil, requiere menor consumo de combustible y fomenta reducción en costos en mantenimiento.

La carretera estatal PR-3, es una de las vías de rodaje más transitadas en Puerto Rico. Datos de la Autoridad de Carreteras y Transportación colocan el número de vehículos que transitan diariamente por el tramo entre Luquillo y Fajardo en 39,341 (datos 2022), una de las cifras más altas de la isla. 

El tramo que transcurre entre los municipios de Luquillo y Fajardo es esencial para el desarrollo socioeconómico en la zona este de la isla. En ese espacio existen decenas de pequeñas y medianas empresas, al igual que entradas a múltiples comunidades.

Entre estos comercios se encuentran los famosos Kioscos de Luquillo, una franja de negocios de comida que por décadas ha cautivado a los puertorriqueños, al igual que atrae turistas de todas partes del mundo, además de ser motor económico de la región, empleando sobre 800 personas y generando más de $43 millones al año para la economía y con el potencial de superar los $50 millones en los próximos meses.

La reconstrucción de este tramo, incluyendo el sistema de luminarias, no solo facilitará las operaciones de estos negocios, sino que también promoverá la creación de nuevas Pymes y desarrollará las condiciones para la eventual construcción proyectos de viviendas.

Adjunto a este proyecto, la PR-3 se encuentra incluida en la segunda fase para la creación de estaciones de recarga de vehículos eléctricos, las llamadas ‘ecolineras’. Este desarrollo también delineará la creación de nuevos negocios de apoyo en la zona.

El impacto de esta obra no se puede minimizar, el mismo será uno que redundará en beneficios para todos.