Reflexión: Jesús es esperanza

19 Jan

(Foto/Archivo)

Pastor Yefri Dominguez
Ministerios Somos Vida Internacional
República Dominicana

“Porque todo aquel que invocaré el nombre del Señor, será salvo.” – Romanos 10:13

Cada día que pasa el mundo se hace un lugar mas incomodo donde vivir, y sin importar la ciudadanía que usted abraza o los países donde vaya y viva, simplemente ya no hay escapatoria.

Las cosas han ido lejos y continúan en una corriente que de no haber sido por la llegada de Jesús a nuestros corazones y el cambio de corriente y fin que nos dio con su salvación,nos arrastraría a todos.

Las han ido más allá de llamar a lo bueno malo y a lo malo bueno, sí; han ido tan lejos que ya mas allá de llamar malo a lo bueno, se quiere implementar una vida en el mal como si fuera lo que está bien.

Jesús sigue siendo la esperanza, aún ante el disgusto de quienes no lo quieran aceptar, y ante la pena de quienes van a una eternidad sin Dios por no tomarlo como solución a los problemas humanos de la vida que rigen nuestro comportamiento.

Es por Él que conocemos el camino hacia una vida mejor, la verdad que lo explica todo, origen, principio y fin de las cosas, y la vida como tal y libre de toda influencia ajena y contraria a como fuimos creados y que roba y divorcia de la conciencia y sentido de quienes verdaderamente somos.

Una persona al final sera lo que quiera ser, pero en Cristo nace de nuevo y encuentra una vida con propósito según la obra de Dios en el o ella.

Seguimos creyendo, confesando ante los hombres a Jesús de Nazareth, que dio su vida por una humanidad herida y culpable, heridas que muchas veces no queremos enfrentar para llevarlas a Dios quien en Cristo las puede sanar, culpa de la cual no nos podemos deshacer, como yo que era adicto a las drogas por más de 20 años hasta que llegó Jesús y me sanó de la enfermedad y de ella me dio perfecta y completa libertad.

Sé lo que hablo y sé de lo que Él es capaz.

Él nos lleva al lugar de donde un día salimos y huimos como si para escapar de algo que nos perseguía, para que seamos llenos de su plenitud y todo por su gracia.

Bendigo tu vida y la de los tuyos, te predico a Jesús a quien Dios envió para darnos vida con propósito a través de su genuino perdón, libertad de todo mal y un final feliz cuando nos toque.

Bendiciones.