Reflexión: Llegará

30 Jul
(Foto/Archivo)

Por: Jaime Gutiérrez y Carol Garnica

La vida de cada uno de nosotros, es un plan trazado por el más grande planeador del universo: Dios, que un día cualquiera decidió que deberías estar en el lugar donde estás leyendo estas palabras, en este momento. Así como Él, nosotros, también hacemos planes constantemente y trabajamos duro, la mayoría de las veces para lograr esos objetivos o pequeñas tareas que nos llevarán al gran logro o a la meta propuesta.

En el Salmo 1:3, dice: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.”

Estamos en un proceso, y queremos que todo lo que hacemos e invertimos en tiempo y dinero, nos lleve al resultado esperado. Todo esto se logra para quienes deciden corregir sus errores y encaminarse a practicar las sagradas escrituras, para los que deciden andar en rectitud, los que deciden enderezar sus malos pasos y tener una vida nueva. Dios nos ofrece una vida nueva llena de recompensas, que sin duda llegarán, si esperamos con paciencia, recogeremos la cosecha en su tiempo, sin forzar nada porque el Señor lo ha prometido, veremos los frutos por nuestra manera de vivir.

En el libro de Eclesiastés 2-3:1 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;”

Hay un tiempo para todo, debemos conocer esos tiempos, ser entendidos y estar pendientes para no dejar pasar las oportunidades que vienen de parte de nuestro Señor. Él conoce nuestro corazón y nuestras peticiones antes de que se las digamos y está atento a nuestras palabras, usémoslas correctamente y seamos claros en nuestro lenguaje para poder esperar también eso que pedimos, como lo pedimos y aún más de lo que pedimos porque Dios no tiene límites y nos sorprende siempre.

También en el mismo libro, Eclesiastés 11:4 encontramos quienes no recibirán nada: “El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará.”

Hay personas que esperan a que todo esté bien, y dicen: “cuando tenga el dinero hago esto o aquello, cuando esté el día soleado me voy de paseo a la playa, cuando las condiciones cambien entonces invierto”. No viven la vida por estar pendiente al clima, a lo que pasa afuera, a las condiciones que los rodean, esos no recogerían nada porque su siembra y sus acciones están condicionadas, pero los que somos hijos del Altísimo, esos sembramos en todo tiempo, vivimos una vida como Dios quiere que la vivamos, dependientes de Él, sabiendo que recibiremos la recompensa, la cosecha y que los frutos serán los mejores.

Dios no se detiene y llegará con la oportunidad a tu vida, para que siembres, recojas, repartas, tengas éxito y sigas sembrando porque no hay límites. Léelo, decláralo, créelo y verás la mano de Dios en todo lo que hagas. Llegará, en el nombre de Jesús, te bendigo. Amén.