Reflexión: ¿Por qué se abate tu alma?

10 Jul

(Foto/Archivo)

Dres. Carlos & Vidalina Echevarría
Psicólogos, pastores, consejeros

Una de las causas más comunes del sufrimiento humano es la depresión. Son muchos los que, por diferentes razones, la sufren y buscan ayuda psicológica y/o pastoral para su alma abatida. A menudo, especialmente en este tiempo, hemos recibido muchas llamadas de personas angustiadas buscando ayuda para ellos o para un familiar. Su queja es que el abatimiento emocional los agobia y piensan que no hay salida para su situación y muchos temen ante la posible idea de huir en el sueño de la muerte.

¿Pero qué es realmente la depresión? Hay diferentes diagnósticos de depresión o neurosis depresiva y se les puede describir desde varias perspectivas, observando cambios en la conducta verbal y motora del cuerpo por un periodo de tiempo. Si estudias tu estado bioquímico cuando estás deprimido, verás que tu metabolismo, la conducta de los músculos lisos y de las glándulas son las que tienen síntomas depresivos.

Generalmente, la depresión ocurre por algún motivo que suele ser una pérdida de algo o de alguien querido. También por situaciones donde se provoca el sentimiento de rechazo, de temor o de auto respeto y ya no hay motivación.  En esta etapa, las personas suelen validar las creencias erróneas que han aprendido y que entran a la mente. La mente comienza con un monólogo interno después de la pérdida, creando depresión. Entonces, la persona siente que no puede hacer nada, llora, tiene problemas de sueño, no come y no tiene energía para hacer nada. Se desvaloriza, desvaloriza la situación y ve la vida como una carga, sin expectativas, ni esperanza como le pasó al profeta Elías.

Dios envió a Elías a presentarse al rey Acab, quien al verlo le acusó de turbar al pueblo de Israel. Y aunque tenía una asombrosa relación con Dios y vemos la victoria que Dios le dio sobre los ochocientos profetas falsos de Baal, cuando Jezabel, la mujer del rey le mandó una amenaza de muerte, éste huyó, se escondió en una nueva cueva y cayó en una gran depresión, dejándose llevar por sus pensamientos erróneos, hasta que Dios envió un ángel a hablarle y alimentarlo (1era de Reyes 18:17;46 y 19:1-13).

Deja las ideas erróneas que se almacenan en tu mente, cancela lo negativo y acepta lo que Dios dice de ti. Dios te creó con mucha energía física, emocional y mental para que le sirvas. Eres un vencedor (a), vales mucho, tú tienes remedio y estás en victoria. Tu vida tiene mucho sentido, no depende de que otros te amen, eres amado por Dios, ámate. Habla contigo mismo, es importante. Deja esos pensamientos cargados de actitudes que abaten y turban tu alma.

¡Dios te bendiga rica y abundantemente!