Reflexión: Una vida con propósito, parte 1

03 Sep
(Foto/Archivo)

Pastor Eddy Batista

Me dirijo a ti en este día porque queremos ser de bendición para tu vida, ya que nada sucede si el Señor Dios no lo permite. Hoy queremos alimentar tu espíritu, tu vida y tu corazón con estas palabras que serán dirigidas a ustedes con una sola intención: ¡que seas bendecido en gran manera!

El tema que queremos tratar en este día es: “Una vida con propósito”.

Sé que muchas personas van a leer esta publicación a través de este canal PRESENCIA PR, el cual Dios ha tomado como lanza para expandir un mensaje que produzca vida, y un sin número de hombres y mujeres de Dios que se han constituido como atalayas anunciando la palabra de Dios y transmitiéndote un mensaje alentador, sanador y restaurador. Hemos entendido que como el amor de Dios está en nosotros, debemos transmitirlo a través de esta plataforma y ser de bendición para ti.

Quizás el 70% de las personas se han preguntado si existe un propósito en su vida, ¿cuál será? Y de qué se trataría. Quiero decirte que en este mundo en el que estamos viviendo, estoy 100% seguro de que en cada uno de nosotros existe un plan de Dios.Ahora, para descubrir cuál sería su propósito en nosotros, deben haber varias cosas en nuestras vidas. (1) Acercarse al que tiene la verdadera respuesta a esa pregunta. ¿Por qué? Porque su palabra dice:Santiago 4:8 “Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros”.

Muchas veces nosotros mismos formamos barreras grandes que nos impiden conocer el motivo de nuestra existencia. Hay quienes dicen: “Estoy vivo/a para ser un fracasado/a, nací para perder”. Y sin darnos cuenta, somos nosotros quienes nos damos nuestra propia sentencia, ya que la palabra de Dios dice:

Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”.

Debemos proyectar lo que verdaderamente queremos en nuestras vidas, y eso tendrá resultados. Dios será el causante de mostrarte tu norte y tu destino, pero debes acercarte a él. Búscalo de todo corazón. Dios no quiere verte viviendo sin metas, sin propósito. Él tiene uno para ti. Solo debes preguntarle. Tal vez tienes un talento, pero la inseguridad te hace creer que no es ese, y lo abandonas o escondes. Y no te has dado cuenta de que solamente tú eres quien tiene la gracia para ese talento, porque fue un regalo de Dios. Pero también piensas que ese no es el propósito en tu vida.

¿Quién iba a pensar que aquella arpa era suficiente para calmarle al rey Saúl el espíritu que lo atormentaba? A lo mejor él no conocía su propósito en ese momento, hasta que Dios le permitió conocerlo.