Todo sobre mi madre: Un rompecabezas de emociones

29 Jan

Por: Sonny Falú/ Para Presencia
sonnyfalu@yahoo.com

Hace tiempo, tanto que ni recuerdo, que no presenciaba un trabajo de SULLY DÍAZ que me conmoviera tanto. Un trabajo orgánico zurcido de sutilezas, que a través de toda la trama nos hace vivir, más que presenciar, casi todas las posibles emociones que pueden darse en un ser humano.

(Foto/Suministrada)
(Foto/Suministrada)

“TODO SOBRE MI MADRE” narra la historia de Manuela (Sully), una madre soltera que pierde trágicamente a Esteban (HECTOR ESCUDERO), su único hijo, cuando este, el mismo día de su cumpleaños, es atropellado por un automóvil una noche lluviosa, luego de una función teatral, cuando intenta que la actriz Huma Rojo (GILDA HADDOCK), le firme un autógrafo. Tras este terrible suceso Manuela emprende un viaje a Barcelona para contactar con el padre del joven, un travesti llamado Lola (RICARDO ÁLVAREZ).

La historia de esta madre es un cúmulo de afectos y sentimientos contemplados a través de una ruta de esperanza pues en la travesía, Manuela se ve inmersa en un túnel de encuentros, desencuentros, desdichas y alegrías un tanto amargas. Pero, en el proceso (y esa es la historia) logra rehacer su vida gracias a la solidaridad de otras mujeres como Huma Rojo y la prostituta transexual, Agrado (NORIS JOFFRE), a través de quién conoce a la hermana Rosa (FRANCHESKA MATTEI), que también está esperando un hijo de Lola y además es HIV-positiva.

Esta pieza, sobre las vicisitudes que viven estas mujeres, nos muestra la angustia existencial y desentraña la condición humana. Vemos el dolor –heridas que no sanaron; historias que no concluyeron- y la humanidad de la humanidad de forma cruda y retante.

En estos personajes vemos seres condenados a la marginación por la sociedad, y los vemos desde los mismos problemas, pasiones y deseos que TÚ y que YO.

TEATRO, TEATRO, TEATRO: a través del teatro, no hablan sus creadores, sino la sociedad de su tiempo.

Aplaudo la escenografía, diseñada por el también director de la pieza, CARLOS ACEVEDO, compuesta por enormes paneles, plataformas y escaleras para la movilidad de una historia que fue concebida originalmente para cine y por lo tanto, cambia constantemente de lugar. Fue tan efectiva, que hasta los cambios que se convierten en otro personaje. Los colores de los paneles, con una composición pigmentaria, como si de un cómic impreso se tratara (colores primarios), con el mensaje subliminal de “deshagámonos de los prejuicios y paradigmas y no pasemos juicio; solo absorbamos, acompañemos, aprendamos… Así como no pasamos juicio ante un ‘paquin’ de Dick Tracy o de Batman; GENIAL.

Manuela, Huma, Agrado, Rosa, Madre Rosa (ZULLY MONTERO), y Nina (LUISA DE LOS RÍOS), son piezas de un rompecabezas inmenso y deshecho; radiografías de los diversos y complicados componentes de la fuerte y quebradiza osamenta psicológica de la mujer: diosa y madre, amante y ramera, señora y criada, férrea y vulnerable, perdida y perdedora, centro y origen del mundo y de los hombres.

Hay tanto que podría decir; el monólogo de la Agrado (espectacularmente cómico), el encuentro de Manuela con Lola (conmovedor), y LA MÚSICA…deliciosa. Todo, todo muy bien cuidado.

En fin: Una gran noche de teatro. NO SE LA PUEDEN PERDER