Reflexión: Es un privilegio y un regalo ser madre

11 May
(Foto/Suministrada)

Carlos y Vidalina Echevarría
psicólogos, pastores & consejeros

Te felicitamos por el precioso regalo que Dios te ha dado de ser madre. A ti que has llevado en tu vientre una criatura, así como también a aquellas que han adoptado o que han criado a un sobrino (a), niño o una niña o a un adolescente y le han dirigido en su caminar por la vida. Ser madre es un privilegio y una bendición que no todas las mujeres disfrutamos.  Es esa ternura que sentimos al acunar en nuestro pecho a un hijo o hija y llevarlo por la vida, formar su carácter, su personalidad, su identidad desde pequeños y enseñarles a amar a Dios, amar a su prójimo, amar la vida, como también amarse a sí mismo.

La vida de todo ser humano está sujeta al conocimiento que tenga, de quién es, cómo piensa de sí, de dónde viene y para donde va. Además de conocerse, conocer cómo se comunica consigo mismo, con otros, así de con quién y cómo anda, se ve, es y actúa. Tener una identidad clara evita ser guiado al error, ser engañado o manipulado. La identidad nos establece en lo que hacemos y esta es una responsabilidad que el Padre Dios nos ha delegado y por eso nos ha colocado en una posición de autoridad para criarlos, guiarlos y dirigir sus vidas. Si somos cristianos, sabemos que nuestra identidad de cristiano viene de Dios que dice: “más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre; les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Tenemos identidad, somos hijos de Dios, somos valiosos y enseñamos a nuestros hijos a hacerlo.

La pasada semana viajamos a Medellín, Colombia, invitados a ministrar y como parte de las actividades programadas se celebró un simposio sobre la familia. Este constaba de preguntas y respuestas y el tema principal del mismo fue la familia y la identidad. Cuando hablamos de identidad tenemos que reconocer los tiempos en que estamos viviendo y la difícil tarea de ser padres en este tiempo. Es por eso que, con motivo del día de las madres, dedicamos a ti, madre, nuestra palabra del día.  Reconociendo que la tarea de ser madre es hermosa pero también sacrificada y difícil. Solo la presencia y la sabiduría de Dios que viene de su palabra en la Biblia nos traen paz y fortaleza en medio de las dificultades.  El saber que Dios nos escucha da fuerzas a nuestra alma y fortaleza en los momentos difíciles. (Salmos 138:3)

Somos bendecidas a través de la maternidad. En 1ra de Timoteo 2:14b, 15ª dice: la mujer, dejándose engañar, incurrió en pecado. No obstante, se salvará por la maternidad. Con tal que lleve una vida santa y ordenada, en la fe y en el amor. Si tenemos hijos somos bendecidos, pero la responsabilidad de enseñarles a proteger su identidad. ¿Cómo? Guiándolos a toda verdad con confianza y seguridad en sí mismo, porque esa seguridad viene de Dios. El ejemplo lo tenemos en el apóstol Pablo cuando habla al joven Timoteo y dice: “Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice y estoy seguro de que en ti también” 2da Timoteo 1:5

Este joven fue enseñado por su abuela y por su madre y fue un servidor de Dios y un ejemplo a seguir. Enseñemos a nuestros hijos los valores de la fe, así como hicieron estas dos mujeres de fe. Nuestros hijos son valiosos; ámalos, cuídalos, muéstrale tu cuidado y atención y recuerda que es un privilegio ser madre. Si no te congregas en una iglesia, busca una que te quede cerca y enséñales a amar a Dios y a crecer con valores espirituales. Los tiempos están difíciles, pero con Dios de nuestro lado se puede.

¡Feliz Día de las Madres! ¡Que Dios te bendiga rica y abundantemente!